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En un estudio realizado por el laboratorio de Estados Unidos, Health Research Institute, se encontraron en tres de ocho muestras de haría de maíz Maseca rastros de glifosato, un compuesto que es considerado como cancerígeno para los humanos.
El análisis encargado por la Asociación de Consumidores Orgánicos (ACO) evidenció este compuesto en tres muestras, en las que su proporción era entre los 5.1 gramos y 17.6 gramos, lo que es “preocupante”, considero el científico al frente del estudio, John Fagan, esto debido a la cantidad de tortilla que consumen los mexicanos.
De acuerdo con Fagan, el glifosato pudo haber sido importado de Estados Unidos a través de alimento para ganado que se utilizó para hacer la harina.
“No se ha detectado presencia de esta sustancia en el maíz que procesamos para producir nuestras harinas… En el mundo contamos con los más altos estándares y normas de calidad para la elaboración de nuestros productos en beneficio de nuestros consumidores”, fue la contestación de la empresa Gruma, propietaria de Maseca, a El País.
En México la ingesta de glifosato no está regulada; en Europa sí marca que un adulto de 70 kilos puede consumirlo en un máximo 21 microgramos y en Estados Unidos es de 122.5 gramos.
Fagan expresó que, aunque Maseca no rebasa los límites citados, en niveles bajos de consumo pueden ocasionar síntomas prematuros de la enfermedad hígado graso no alcohólico.
Otros investigadores consultados tras ver el resultado del estudio, no consideraron este hecho como preocupante, pero aseguraron que se necesitan más estudios.
