STAFF/Sebastián López Mendoza-@sebaslmm
Durante años Jocelyn sabía que había sido muy deseada, que sus padres, Alma Gloria Avilés y Francisco Javier Ruiz, enfrentaron una larga lucha para poder tenerla. Incluso viajaron a Estados Unidos para someterse a un tratamiento de medicina china alternativa, luego de que la medicina convencional no diera resultados.
El tratamiento funcionó y el 1 de marzo de 1990 nació por cesárea en el Hospital del ISSSTE en Morelia, Michoacán. No hubo ultrasonidos previos. Su madre recuerda que el embarazo fue agotador, que su panza era más grande de lo normal y que el cansancio era constante. Pero fuera de eso, todo parecía habitual.
Ese día, su padre, emocionado por el nacimiento, le dio una cámara a su esposa para que alguien tomara fotos del momento. Sin embargo, el rollo no fue revelado enseguida. Pasaron días, quizás semanas, hasta que alguien decidió llevarlo al laboratorio. Y entonces, la imagen cambió todo.
Entre las fotografías de ese día, había una que desconcertó a su madre: se veían dos bebés. Uno claramente en primer plano, el otro parcialmente cubierto por alguien. Alma Gloria preguntó en el hospital. Le dijeron que la otra bebé era de un parto natural y que por alguna razón había coincidido en el quirófano.
Pero con el paso del tiempo, algo no dejaba tranquila a Jocelyn. Años después, volvió a ver la foto. La duda volvió, ahora con más fuerza. Investigó y llegó a una conclusión que cambió su perspectiva: no es posible que un recién nacido de parto natural haya estado en una sala de cesárea al mismo tiempo. Algo no cuadraba.
Ahora, más de tres décadas después, Jocelyn ha decidido hacer pública su historia. Asegura que está en busca de una posible hermana gemela que le fue ocultada al nacer. Comparte su caso en su red social de Facebook, acompañada de fotografías de aquel día y unas imágenes actuales suyas, con la esperanza de que alguien reconozca su rostro, su historia.
“Si naciste el 1 de marzo de 1990 en Morelia y tienes dudas sobre tu origen, por favor, contáctame”, escribe.
Porque a veces, la verdad está escondida en una imagen. Y una sola foto puede revelar todo.
