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Cada vez que se genera una imagen con inteligencia artificial, se usa agua para enfriar los servidores que hacen el proceso. Crear una imagen con el estilo de Studio Ghibli puede consumir entre 2 y 5 litros de agua, según estudios de la Universidad de Colorado Riverside y la Universidad de Texas Arlington.
Este gasto proviene de los sistemas de refrigeración que evitan el sobrecalentamiento de los centros de datos. En promedio, transformar una foto en una ilustración Ghibli requiere 3.45 litros de agua, lo que equivale a más de 17 vasos. Cuanto más complejo es el proceso, mayor es el consumo.
El impacto ambiental de la inteligencia artificial no se limita al agua, ya que también requiere una gran cantidad de electricidad. A medida que más personas usan IA para generar imágenes, videos y textos, la demanda de estos recursos sigue en aumento.
Los centros de datos varían en su eficiencia, y algunos emplean tecnologías más sostenibles. Sin embargo, el uso masivo de la IA plantea desafíos en términos de sustentabilidad, especialmente en regiones donde el agua es un recurso escaso.
