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El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla confirmó que en el estado sí hay fosas clandestinas, pero no campos de adiestramiento como es el caso de Teuchitlán, Jalisco.
«Hemos tenido, desafortunadamente, hallazgos de fosas clandestinas, eso sí tenemos, también hemos desmantelado, es conocido por todos, campamentos improvisados en algunas partes del estado» comentó en la rueda de prensa llevada a cabo en los salones de Casa Michoacán en Morelia.
En este sentido, explicó que en las zonas serranas del territorio michoacano, es donde se han destruido estos espacios que pertenecen a diferentes grupos delictivos.
Ramírez Bedolla, mencionó que no se ha presentado una situación como lo sucedido en Teuchitlán, en el Rancho Izaguirre, un centro que de acuerdo con el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, fue un espacio utilizado por el Cártel Jalisco Nueva Generación para entrenar sin su consentimiento, a personas que eran engañadas con ofertas laborales falsas. El titular de la SSPC admitió que que quienes se resistían al adiestramiento o intentaban escapar, se les golpeaba, torturaba y asesinaba, por esto hubo evidencias de restos humanos.
Por último, el mandatario estatal, reiteró que en Michoacán, lo que se tiene con evidencias claras, son las fosas clandestinas, sin especificar los lugares que ya son focos rojos en el estado.
Esto lo dijo, en relación al caso del Rancho Izaguirre, en Teuchitlan, Jalisco, donde un grupo de madres buscadoras encontraron, un aparente campo de exterminio del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y que ahora las autoridades federales están catalogando como un campo de adiestramiento para futuros delincuentes.
