
STAFF/@michangoonga
En el marco del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y el 21 de marzo, Día Internacional para Eliminar la Discriminación Racial, se llevó a cabo hoy el Conversatorio «Discriminación y Violencia de las Mujeres Afrodescendientes y Pueblos Originarios».
El evento tuvo sede en el Auditorio de la Facultad de Historia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y fue organizado por la Secretaría de Gobierno a través del Consejo Estatal para Prevenir y Eliminar la Discriminación y la Violencia (COEPREDV), la Comisión Estatal para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CEDPI), la Facultad de Historia de la Universidad de San Nicolás de Hidalgo (UMNSH) y el Colectivo AfroMichoacán.
Durante el evento, se destacaron temas importantes, como las principales formas de discriminación que enfrentan las mujeres indígenas y afrodescendientes en Michoacán, que ocurren principalmente en los ámbitos laborales, escolares y sociales. Entre los casos más comunes se mencionaron: la discriminación por el color de piel, por expresión cultural, por no encajar en los estereotipos étnicos, por estereotipos de capacidad y aptitudes, así como de tipo estructural y sistemática.
También se abordó cómo, al ser mujeres en una sociedad machista, muchas enfrentan mayores dificultades, especialmente al pertenecer a estas minorías y en sus propias comunidades, donde los estereotipos de género y las dinámicas de exclusión siguen arraigados en la vida cotidiana, limitando su acceso a oportunidades y reconocimiento.
«Dentro de las hermanas indígenas y de las hermanas afromexicanas, existe como este estereotipo a pensar lo que podemos hacer, lo que si y lo que no, y esto se da precisamente por el lugar que ocupamos o el lugar que nos ha colocado la sociedad, en este caso como mujer afromexicana o mujer indígena», señaló la ponente Jeriel Vargas Ambriz del Colectivo AfroMichoacán.
Las ponentes resaltaron que en la Encuesta Intercensal del 2015, en Michoacán residen aproximadamente 73,900 personas afrodescendientes, de las cuales 19,000 se encuentran en Morelia y 5,000 en Lázaro Cárdenas. Sin embargo, históricamente estas poblaciones han sido invisibilizadas debido a la falta de reconocimiento gubernamental y al miedo de muchas personas afrodescendientes e indígenas a identificarse como tales por temor a la discriminación y el juicio social.
«Los pueblos afromexicanos por supuesto tienen territorio, y lo tienen en Michoacán», expresó la profesora Itza Varela Huerta de la Universidad Autónoma Metropolitana.
A pesar de ello, este panorama ha ido mejorando en los últimos años, ya que en el último censo nacional se integró la pregunta sobre si las personas se consideran afromexicanas o afrodescendientes. Esto ha permitido un aumento en el autorreconocimiento de estos grupos, lo que ha contribuido a una mayor visibilidad y a un fortalecimiento de su identidad en la sociedad.
Aunque se ha logrado esta inclusión, las ponentes compartieron que aún existen retos importantes por enfrentar y resolver para lograr una representación precisa y justa de estas poblaciones, así como su inclusión y plena participación en la sociedad.