STAFF/Marina Alejandra Martínez
Las oficinas del Partido Encuentro Solidario (PES) comenzaron a vaciarse este viernes, un acto que marca su despedida definitiva del tablero político michoacano tras perder su registro en junio pasado.
El Instituto Electoral de Michoacán (IEM) determinó que el PES, junto con Michoacán Primero, Más Michoacán y Tiempo por México, no alcanzaron la votación mínima requerida del tres por ciento, quedando fuera de la competencia electoral.
Sin prerrogativas, ni representación, estos partidos dejan un vacío más simbólico que político.
En el caso del PES, pasó de tener una diputada en la legislatura anterior a no obtener ni una sola curul en el Congreso actual. La falta de respaldo ciudadano fue evidente y fulminante.
El desmantelamiento de las oficinas en el centro de Morelia es más que un simple movimiento logístico; es el epílogo de una organización que prometió mucho, pero recibió poco en las urnas.
La incapacidad de conectar con el electorado selló su destino y los dejó fuera de la contienda del 2027.
Así, entre sillas apiladas y paredes que alguna vez fueron testigos de grandes aspiraciones, el PES cierra su ciclo.
Al parecer, para el PES, al igual que otros de sus homólogos, las urnas pueden ser más implacables que los adversarios políticos.
