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Hechos y deshechos: La carrera por el ayuntamiento de Morelia

Escribe Javier Lozano

La campaña que estamos presenciando— intensa y acalorada— en prácticamente todo el país nos da una idea de la efervescencia que se vive no solamente por la transición de jefe del ejecutivo federal, sino por los miles puestos que se jugarán a la par. Para darnos una idea de la magnitud, Morena, como en aquel histórico 2018, parte como el gran favorito para conquistar la mayoría de posiciones. De hecho, Claudia Sheinbaum, con una ventaja monumental, ganará el ejercicio democrático con mucho respaldo popular. De acuerdo con las encuestas de mayor credibilidad, la abanderada del lopezobradorismo ha incrementado la distancia, lo que suprime cualquier estrategia de manipulación que ha puesto en marcha la derecha para intentar meterse en el terreno de lo competitivo.

Precisamente ayer, con otra demostración de altura, Claudia Sheinbaum superó con gran nivel el segundo debate que organizó el órgano electoral. De hecho, fue la única que se comprometió a seguir impulsando el programa de transformación que, sabemos, se instaló con la llegada del presidente López Obrador. Por esa sencilla razón, vemos a Xóchitl Gálvez muy desesperada y, a su vez, enfrentando los fantasmas que arrastran los tres partidos a los que representará en las boletas. En términos políticos, ha sido desastroso el desempeño del Frente Amplio por México a nivel nacional. Y no únicamente ahí, sino específicamente en todos los puestos que representa la derecha.

En Michoacán, por ejemplo, Morena ganará la mayoría de las posiciones que estarán en juego. Hay elementos, incluso, que abonan para que las condiciones sean inmejorables. Si nos guiamos por la gobernabilidad que hay en el estado, Alfredo Ramírez Bedolla, a nivel nacional, se ha convertido en uno de los mejores diez mandatarios en aprobación y confianza. O sea, está en su mayor plenitud. Eso, desde luego, influirá en la toma de decisiones el próximo dos de junio. Inclusive, el propio Bedolla, hace unas semanas, demostró el capital político con el que cuenta al movilizar más de 45 mil asistentes al evento de Claudia Sheinbaum en Morelia. Esa misma inercia, en este preciso momento, se siente en las propias encuestas que han circulado.

En el caso de Morelia, sabemos, la batalla por el ayuntamiento será entre dos fuerzas políticas. La del proyecto de transformación, queda claro, representada por Carlos Torres Piña, abanderado de la coalición Seguimos Haciendo Historia. Por eso, está en manos de la población civil inclinar la balanza a la alternancia. De hecho, la última encuesta que publicó Rubrum, con mucho reconocimiento metodológico, le da una ventaja cómoda al lopezobradorismo en la capital del estado. Con el corte del 26 de abril, el exsecretario de gobierno lidera la intención del voto con casi el 42%. Justamente en este momento, ese margen constituye un paso contundente para perfilarse a ganar— lo que hemos denominado siempre— la joya de la corona.

Desde luego, será una batalla intensa, especialmente de propuestas y soluciones a muchas situaciones que aquejan a la ciudadanía. En este caso, vemos a Torres Piña, muy activo y propositivo. En estos días, de hecho, se ha reunido con los sectores empresariales para exponer el programa municipal. En pocas palabras, la participación de los distintos sectores de la población, por tanto, está siendo el común denominador principal, eso sí, con una visión de modernización para la transformación. En ese sentido, hemos visto muy buena respuesta y, por supuesto, comentarios muy positivos que, sabemos, es de vital importancia para ir generando las condiciones.

En mi opinión, veo mucha fortaleza en la estructura de Carlos Torres Piña. Asimismo, se ha difundido su imagen a lo largo y ancho de la capital del estado de Michoacán. Y, por si eso fuese poco, demostró mucha capacidad en el debate que organizó CB Televisión hace unos días. Por ese motivo, creemos que las y los morelianos, para el próximo dos de junio, han tomado una decisión para darle el voto de confianza a Carlos Torres Piña, quien pasa por su mejor momento. De hecho, era de esperarse ese nivel de competencia que ha hecho patente y que, a la postre, le ha permitido mantenerse en la cima de las preferencias.

Lo más probable es que la lógica y el fenómeno social del lopezobradorismo, como pasó en 2018, imponga condiciones para arrasar en el mayor número de posiciones que, a su vez, se decidirán en las boletas. Siendo así, Torres Pina seguirá manteniendo ese paso firme que ha demostrado a lo largo de estas semanas de campaña, pues él, hasta ahora, sigue conservado la primera posición en las encuestas y, en ese sentido, se antoja muy difícil que el Frente Amplio pueda revertir las tendencias que, en este instante, marcan un claro favorito en la causa lopezobradorista.

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