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«Queremos cuidar a nuestra población de cualquier ataque», informaron los pobladores de Santa María Ostula, Michoacán.
Inició febrero entre los ataques perpetuados por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), contra la comunidad indígena de Ostula, la población se defendió y logró repeler las agresiones a través de las guardias comunales; sin embargo, no ha sido suficiente y como una alternativa para resguardar a los habitantes, anunciaron la suspensión de actividades públicas en la demarcación.
Fue a través de un comunicado compartido en redes sociales, que se dio aviso de la situación actual en la que se encuentran los indígenas del pueblo nahua escondido entre las costas michoacanas y los montes que dividen el Océano Pacífico del estado.
«Todas las actividades públicas en la comunidad, como reuniones grandes, fiestas, así como clases en todas las escuelas de nuestro territorio», especificaron en el comunicado.
Las autoridades de dicha comunidad dieron aviso del escenario de violencia del que eran víctimas por los sicarios del cartel que iniciaron la refriega en una casa comunal.
«Atacaron una casa de la encargatura de la Cofradía y al ver que no había nadie, este grupo criminal quemó la casa. En su incursión, los delincuentes hirieron a un comunero, que gracias a su pronta atención se reporta estable. Algunos elementos de nuestra Guardia Comunal, cumpliendo con su deber de proteger a la comunidad, repelieron al comando armado y lograron que abandonaran nuestro territorio», redactan en el comunicado», escribieron en el comunicado.
Finalmente, hacen un llamado a las autoridades competentes, como lo son: la Guardia Civil, Guardia Nacional y Fiscalía del estado, pues sus familias se sienten amenazadas y les han quitado tranquilidad.
