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En Eslovaquia, al sur de una ciudad llamada Komarnó agricultores se enfrentan a una desastrosa temporada por culpa de cientos de cisnes “drogadictos”.
El pasado mes de febrero llegaron a la zona varios cisnes, como lo hacen cada año, y en pocas semanas había ya más de 200 aves. Como es habitual, se asentaron junto a los campos de amapolas, pero en esta ocasión su comportamiento fue diferente. A causa de las fuertes lluvias la plantación de amapolas se convirtió en una laguna en la que se alcanzaban a ver los tallos de sus llamativas flores. Y los cisnes empezaron a comérselas.
En poco tiempo se volvieron ‘adictos’. Las aves comenzaron a tener comportamientos muy fuera de lo común, estaban aturdidas y no podían volar.
Los cisnes adictos a las drogas no pueden volar lejos de los campos de amapola de los agricultores en Eslovaquia
— L.A (@L_O_R_E_N_A1984) June 23, 2023
Los cisnes se sentaron sobre semillas de amapola en la ciudad de Komarno. Los granjeros están haciendo sonar la alarma: las hermosas aves son adictas a las drogas. pic.twitter.com/hBn1MLA4h5
“Hasta ahora, nunca habíamos visto cisnes comiendo ni siquiera un trozo de amapola”, aseguró un agricultor al canal RTV luego de descubrir que este año los cisnes comían estas flores, algo que parece imposible porque «la planta de amapola es muy tóxica, ya que contiene alcaloides», añadió el agricultor.
El consumo de la planta provocó que cientos de cisnes se quedaran atrapados en el campo de amapolas y un mes después la mayoría de ellos habían muerto.
Actualmente los cisnes que sobreviven han sido trasladados a centros de refugio para su desintoxicación, aunque no se cuenta con el espacio suficiente para todos. En cuanto a las pérdidas económicas por la destrucción de las cosechas, estas se resumen en miles de euros.
En Eslovaquia las aves están protegidas por la ley y los cultivadores no pueden hacer nada contra ellos. Cabe mencionar que las amapolas se utilizan principalmente para uso alimentario y farmacéutico.