STAFF/@michangoonga
Hasta hace poco, los Reyes Magos recibían las cartas que niños y niñas de todo el mundo enviaban en globo, pero esto ha cambiado. Y es que Melchor, Gaspar y Baltazar están preocupados porque el medio ambiente ha sido gravemente contaminado.
Los globos en que antes se enviaban las cartas, son de plásticos que contienen colorantes y químicos. Cuando los globos se desinflan, caen en la tierra, ríos, lagos o el mar, lo que puede generar que tortugas, peces, aves o algún otro animalito, los coma y mueran.
Hay estudios que demostraron que un ave marina tiene 32 veces más probabilidades de morir por comer un globo, que por cualquier otro plástico. De hecho, los globos no son tan inocentes: provocan el 42% de las muertes causadas por plástico.
Además, ¡los globos tardan más de 450 años en desintegrarse! Hay que recordar que se venden atados a un hilo, que puede provocar que algunos animales queden atrapados, siendo más vulnerables a depredadores.
Por si no fueran ya demasiados contaminantes lo globitos, hay que tener en cuenta que son inflados con helio para que puedan flotar. Con este gas, los globos pueden viajar ¡hasta 3 mil kilómetros en un día! Por esto, fácilmente pueden llegar a cualquier parte del mundo y contaminarlo u ocasionar muerte de animales.
Por esto, diles a tus peques que dejen su cartita a la antigüita, en su zapato bajo en arbolito de Navidad.