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“El gobierno tiene miedo de las mujeres y su poder”, expresó con rabia una estudiante universitaria ante la prohibición del régimen talibán, de que las mujeres cursen estudios de nivel superior.
«¿Cómo puedo reaccionar? Creía que podría estudiar y cambiar mi futuro o traer la luz a mi vida, pero la destruyeron».
El día de ayer 20 de diciembre, el gobierno talibán comunicó que se suspendía el derecho de las mujeres a tener educación universitaria. La medida entró en vigor de manera inmediata y se mantendrá hasta nuevo aviso.
Esta prohibición se une a otras restricciones para las mujeres que desde hace un año se han implementado progresivamente, tras el regreso del régimen talibán al poder: ya se había restringido su acceso a las escuelas secundarias. También se les impidió la entrada a los parques de la capital apenas en noviembre.
A pesar de que hasta el día de ayer las mujeres podían cursar educación universitaria, había restricciones en cuanto a las carreras que podían estudiar, “por ser difíciles” para ellas. Veterinaria, ingeniería, economía y agricultura podían estudiarse con restricciones, pero el periodismo estaba severamente restringido. En las universidades las aulas y entradas estaban divididas por género y las mujeres solo podían recibir clases de profesoras u hombres mayores.
Es de destacar que fueron miles de mujeres quienes hace tres meses se presentaron en las universidades de todo Afganistán para realizar exámenes de admisión, lo que es un indicativo del enorme deseo que las féminas tienen de aprender.
Las medidas que se han implementado hacen más difícil el acceso de las mujeres a una educación formal. Estados Unidos y otros países occidentales que no reconocen de manera formal el gobierno talibán, han declarado que lo harán hasta que haya mejoras en la educación de las mujeres y niñas y especialmente, en sus derechos humanos y libertades fundamentales.