STAFF/Andrea Muñoz-@AndreaMz
La muchachada fue bendecida por los escupitajos que su majestad imperial Silverio, les lanzó durante su concierto de música electrónica, este viernes en Morelia.
Moviendo la cabeza de arriba a abajo y con chela en la mano, poco a poco se fue acercando la chaviza al escenario en dónde estaba a punto de subir el rey de los aborígenes.
Al filo de la media noche la impaciente audiencia comezón a chiflar y gritar: ¡ya suelten a Silverio!, cuando de pronto, enfundando en un brillante esmoquin gris, salió rebotando el más esperado por sus aborígenes.
Las mentadas de madre en todas sus formas de expresión no faltaron en la bien vulgarzota noche donde Silverio inició con Yepa, Yepa, Yepa, haciendo de la pista el mismo infierno.
Canciones como, perro, Superídolo, y salón de belleza fueron degenerando la noche mientras el cavernícola de Chilpancingo, Guerrero, se iba desnudando hasta convertirse en un demonio de trusa roja.
Durante cada canción, los albures, puercotes de Silverio y los asistentes agarraron de bajada a quien se dejara, al mismo tiempo que repartía cubas a quienes veía más prendis. Incluso, hubo algunos elegidos que bebieron el elixir directamente de su bota.
Enseñando todos sus orificios y aventando cerveza al aire, como buen rockstar se aventó al público que lo fue pasando de mano en mano, no hasta regresarlo a su trono minutos antes de terminar su exótico performance.
Para cerrar a la manera de su majestad imperial, lanzó su trusa, quedando completamente desnudo y con las nalgas al aire, se despidió de los morelianos.