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El día de ayer, alrededor de las 17:30 horas, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador arribó al aeropuerto de su natal Tabasco en un vuelo comercial, dirigiéndose después al Panteón Central de Villahermosa, acompañado de su hijo menor, Jesús Ernesto.
En el camposanto, se dirigió a la tumba de sus padres, Andrés Manuel y Manuelita Obrador, en donde estuvo parado en silencio algunos momentos. Después caminó hacia el Recinto Memorial, que es un panteón privado en el que reposan los restos de su primera esposa, Rocío Beltrán Medina, con quien compartió su vida en matrimonio por casi 24 años.
Tras varios años de lucha contra una enfermedad inmunológica, la señora Beltrán murió el 12 de enero de 2003, a los 46 años. López Obrador ha asegurado que junto a su difunta esposa, «caminó de la mano y recorrió Tabasco cuando inició el movimiento de izquierda».
En el sepulcro de su ex esposa Rocío, el mandatario colocó un ramo de flores, estuvo parado varios minutos y al retirarse, dijo a las personas que se encontraban cerca que no olvidaran “a nuestros difuntos, que son nuestras raíces”.