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La esposa de Pedro Carrizales “El Mijis”, Miriam Martínez Vargas, envió una carta al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para que el exdiputado de San Luis Potosí sea localizado lo más pronto posible, pues se reporta desaparecido desde el 31 de enero.
En la carta señala que ya son 14 días de la desaparición de su esposo y añade que en ese tiempo no ha podido sentir el cariño de su esposa y de no poder verlo haciendo el activismo que él realiza.
“El 31 de enero de 2022 fue la última vez que lo vi, estábamos en Coahuila, sabía que iría a Nuevo León, pero las autoridades nos dicen que la última vez estuvo en Tamaulipas; éramos varios los que acompañábamos a mi esposo Pedro Carrizales (…) Ya son 14 días de no verlo, de no abrazarlo, de no ver florecer su sonrisa, de no admirar su andar sobre las calles donde transitan los olvidados, de no sentir el amor con el que planeaba ayudar a los presos injustamente, de no mirarlo alimentar y arropar a los migrantes que sobreviven a fuego cruzado y de no escuchar su voz oponiéndose a lo injusto, son 14 días de incertidumbre y de dolor”, escribió la esposa del exfuncionario.
En la carta Miriam señala que aunque no pierde la esperanza de encontrar a su esposo con vida, tiene miedo de encontrarlo en una fosa sin vida y que se vuelva parte de las estadísticas de desaparecidos, así como ella de las de familias incompletas en el país.
“No pierdo la esperanza, pero la verdad es que cada que pasa crece más el miedo de que su vida se reduzca a formar parte de las dolorosas estadísticas de desaparecidos y la mía a la de miles de familias incompletas en el país.”
Además, exige al presidente que ayude en su búsqueda, porque sí fuese el mandatario el desaparecido, “El Mijis” estaría buscándolo e incluso el mismo negociaría con “los malos” por su vida, así como la de cualquiera que estuviera en el lugar de desaparecido.
“Estoy segura que si fuera usted, si fuera yo, si fuera cualquiera que estuviera en su lugar, él estaría recorriendo cada estado, ofrecería como recompensa su vida, organizaría brigadas de búsqueda, removería cada centímetro de tierra, caminaría los barrios que guardan los secretos más ocultos y dolorosos. (…) haría huelga de hambre y sí fuera necesario arriesgaría su vida “negociando” con los malos. No puedo ni imaginarme siendo yo quien lo encuentre en una fosa de la misma forma que él encontró muchos cuerpos que fueron víctimas de este México violento.”