STAFF/@michangoonga
El tiempo no pasa en vano y para los emprendedores menos. Hace 8 años un grupo de revolucionarios en la información se reunieron y dieron vida a Changoonga.com, por eso estamos de fiesta.
Pero un cumpleaños, más que bonitos recuerdos, pastel, gelatinas y pachanga, también trae un recuento de aquellas cositas que no salieron muy bien, pero que sí causaron gracia.
Por ejemplo, nosotros nos hemos acordado entre risa y vergüenza de uno que otro plop, que muchas veces se originan dentro de un sin fin de prisas.
- Mención cagorifica: Similacro
Entre que a la reportera el autocorrector le jugó una mala pasada y que el editor ocupa lentes surgió una nueva palabra en medio de una marcha feminista.
- Se vuelve a morir Don Lupe Tijerina
La verdad es que nunca se murió, porque estaba muy presente en nuestros corazones y pues de pronto a alguien (el editor) le dio la nolstalgia y armó la nota para darle un último adiós.
- 9 años 8
Una nota triste y que causa mucho coraje, pero una vez más el editor dejó sus lentes en la casa y no checó la edad de más. Una desgracia opacada por un error de dedo.
- La repartidora que reparte
Aquí realmente queríamos que ustedes leyeran y se dieran cuenta de la redundancia y claro… Dejar bien en claro que la repartidora andaba repartiendo.
- En el 2011, Changoonga ya andaba en el 20011
El equipo original sabía que Changoonga iba para largo, y lo que todos pensarían se trataba de un error de dedo, en realidad fue un viaje en el tiempo reclutando trabajadores del futuro.
- Bebé utilizado en ritual satánico.
El editor vio mil y un veces compartida la noticia, se indignó y dijo «vamos a darlo a conocer» por ello se realizó la nota, pero esto deja en claro «hasta a la mejor cocinera se le queman los frijoles».
- Otra vez la redundancia…
Es que nosotros sabemos que uno no entiende a la primera, por eso les recalcamos que los delitos COMETIDOS en Morelia son COMETIDOS (pos cómo no) por ciertas personas que no le hicieron caso a la Florecita antidrogas.
- La verdad esta no es un plop como tal, pero saca muchas risas y por fortuna no hubo lesionados. A veces en nuestra ciudad tan caótica necesitamos reirnos un poco, porque aunque somos un pueblito, somos mexicanos y hasta de una tristeza nos burlamos.
Este fue nuestro recuento de los plops (cagadas, pero en fino).