STAFF/ Margarita Arreola/@ArreolaMargui
Este día justamente se cumple un año del accidente en un cuatrimoto, de Juan José Caballero, lo que lo llevó a tener muerte cerebral y donar sus órganos a 5 personas directamente y beneficiar a 900 personas con piel y hueso.
«Mami, yo no quiero que mi cuerpo se lo coman los gusanos», fueron las palabras de Juan José, un mes antes de sufrir el accidente que acabó con su vida.
«Quería que fuera tomado todo lo que se pudiera de su cuerpo para ayudar a otras personas», comentó Josefina Caballero, madre del joven de tan solo 15 años quien su deseo era donar sus órganos.
Tanto la madre como el padre del joven donante, narraron entre voz cortada lo difícil que fue cumplir el deseo de su hijo, pero lo felices que son de saber que vive en muchas personas y entre lágrimas a la puerta de Catedral piden a la ciudadanía a sensibilizarse ante la donación de órganos.
Por su parte Guadalupe Chávez, originaria de Uruapan, perdió a su hijo Luis Antonio Vázquez, debido a un derrame cerebral a los 16 años, quien donó sus córneas.
«Fue muy doloroso el decidir donar, pero de todos modos él ya había partido y que mejor que quedara un pedacito de él con vida, que sus ojitos estén ayudando a ver a más gente», expresó con un gesto triste la madre de Luis.
A más de un año 6 meses el dolor por la partida del joven estudiante sigue vivo dentro de la familia, pero también se dicen satisfechos de que aún después de muerto haya seguido dando vida alguien más.
Los familiares y amigos de los donantes se dieron cita para estar en misa en Catedral como parte de la sensibilización que conlleva la campaña de donación de órganos después de la muerte.
Pese a que Michoacán ocupa el 4to. lugar en donación multiorgánica se requiere una mayor participación de la ciudadanía para lograr tener cubierta lista de espera que se tiene de más de 200 pacientes sobre todo en riñón, córneas, corazón y páncreas,
