COLUMNEROSOTROS

Journal Rebel…Deseos de una adolescente

¿Qué busca una chica que nació con la línea de meta a unos cuantos metros, cuando existe gente kilómetros detrás? ¿Qué busca cuando parece que no existe nada qué arreglar a su alrededor? ¿Por qué no sólo sentarse y vivir su vida felizmente?

By: Itzia Ramos

ITZIA

Cuando alguien me pregunta qué es lo que busco al hacer todo este escribir, compartir, salir, gritar, pienso en qué respondería si la pregunta no fuera con ironía.

«¿Qué busco?» le pregunto a mi conciencia en noches sin sueño, en los reflejos de los aparadores, cuando me encuentro con un graffiti en la calle que dice «Estamos cansados«.

¿Qué busca una chica que nació con la línea de meta a unos cuantos metros, cuando existe gente kilómetros detrás? ¿Qué busca cuando parece que no existe nada qué arreglar a su alrededor? ¿Por qué no sólo sentarse y vivir su vida felizmente?

Cuando empecé mi búsqueda, pensé que nunca me toparía con lo que luchaba, sería una historia ajena que conocería por lo que se contaba en susurros. Yo iba a estar bien y por eso necesitaba ayudar a quienes se arriesgaban a no estarlo. Yo no sabía del privilegio ni de la conciencia de clase, yo sabía que comía y otros no, vivía y otros no, por alguna clase de suerte.

Si debo ser sincera, por eso me tardé tanto en gritar. No en sugerir amablemente o conversar de manera casual, en gritar en las calles hasta que me doliera la garganta, en sentir en mi alma esa urgencia de que alguien en este momento estaba sufriendo y yo podía, debía hacer algo. Y yo sé que por eso existen tantas personas que se niegan a tomar acción, porque creen que esa suerte no es suerte, es trabajo duro que les ha dado la garantía de vivir. No saben que aquí nadie está a salvo, absolutamente nadie.

Eso es lo que respondería si no hubiera perdido ya la esperanza: «Busco que abras los ojos y comiences a ayudar, porque puedes y por lo tanto debes.» Es difícil pedirle empatía a alguien que creció en una sociedad que le pide que le importe su persona y listo, mucho menos si nunca ha estado en los zapatos de alguien más. Pero claro, eso no es lo que busco en realidad.

Lo que mi alma desea más que nada en este mundo es que aquí las personas vivan, y que por lo menos vivan sin que nadie arbitrariamente decida sobre su existencia. Que la muerte no sea producto de la creciente violencia, que salir a la calle no signifique pensar si hoy alguien va a meterte en la cajuela de un coche. Deseo que mi cuerpo sea mío, no de mi pareja o de la Iglesia o de algún transeúnte que se le antoje, deseo dejar de tomar las llaves entre mis dedos cada que salgo por el pan, deseo que si algún día llego a tener hijxs no tengan que vivir en un mundo de pánico colectivo como en el que yo crecí. Deseo dejar este mundo mejor que como lo encontré.

Eso es lo que busco. Eso es lo que quiero. Y de ninguna manera pienso que sea mucho pedir; de hecho, si de por mí fuera, sería sólo el principio. Deseo que sea sólo el principio.

Itzia Ramos, estudiante de preparatoria. Ferviente defensora de la libertad y de los tacos al pastor con piña. Escribe poesía en su tiempo libre.

Botón volver arriba