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Ante la contingencia ocurrida en el poblado jaliscience de San Gabriel, Sayula, el pasado fin de semana, cuyo río se desbordó arrastrando un lodazal compuesto de hartos troncos derrumbados y deslaves de cerros deforestados, las autoridades apuntan a la siembra desmedida de aguacate como responsable de tal situación, y el gobierno de aquel estado vecino a anunciado una investigación sobre los cambios de usos de suelo para la siembra del llamado “oro verde”.
Al respecto el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez informó que se iniciara una investigación para determinar si la producción de aguacate tiene relación con el desbordamiento del Río Salsipuedes que por el momento dejó un saldo de cuatro fallecidos y más de 3 mil damnificados.
El mandatario de Jalisco expuso: “Lo diría con toda claridad, aquellas huertas que hayan desarrollado sus procesos deforestando y al margen de la Ley, vamos actuar con toda firmeza para poder orden”, tras lo cual admitió que lo ocurrido en San Gabriel, fue algo sorpresivo, ya que ni siquiera llovió en el municipio.
Además, el gobernador Alfaro supervisó las obras de contención y realizó dos sobrevuelos donde se ve la enorme cantidad de incendios que reflejan un suelo desestabilizado, no obstante consideró que sería un error pensar que todos los que se dedican a sembrar aguacate son depredadores ambientales.
Paralelamente Alfaro Ramírez expuso que buscará establecer un mecanismo de coordinación con la Federación para terminar con la tala clandestina. Aseguró que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ha sido omisa en el combate de este problema que está ligado al crimen organizado: “Hemos encontrado elementos para pensar que puede estar vinculado a grupos criminales”, precisó.