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A lo largo de este 12 de diciembre, la fe de decenas de peregrinos ha logrado que puedan realizar la travesía de un viaje de rodillas a lo largo de toda la Calzada de Fray Antonio de San Miguel, también conocida como la Calzada de San Diego, hasta llegar al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe; dichas muestras de fe, son conocidas como «mandas».
Con poco aliento, unos con bebés en brazos, algunos más descalzos, otros apoyados con cobijas en las rodillas, y otros más sin nada entre el suelo y la piel, algunos peregrinos relataron en la recta final de su recorrido cómo es el participar en estos actos religiosos:
María Silvia, de 24 años, y quien iba caracterizada con vestimenta típica, aseguró que el recorrido es cansado; ésta es la primera vez que hace una manda, y asegura que dependiendo de la fe que cada uno tiene, así serán las acciones que realice.
Lizbeth Saucedo, quien también hace el recorrido por primera vez, dijo que es muy bonito participar en estas festividades, y que, aunque sea una actividad cansada, vale la pena hacerlo: «pues está pesado, pero está bien».
Mary, quien inició hoy en esta actividad, espera «en Dios» volver año con año; aseguró que el recorrido es pesado, pero que vale la pena.