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La caravana de migrantes salvadoreños que arribaron a Matías Romero, en Oaxaca, no tuvo un buen recibimiento por parte del grupo migrante hondureño que se encontraba ahí, pues se les negó unirse para caminar juntos hasta el norte de la república mexicana; según informaron integrantes del grupo proveniente de El Salvador, hubo incluso la amenaza de destazarlos.
Jairo, integrante de la caravana proveniente del país antes mencionado, relató cómo “un grupo de jóvenes, al parecer pandilleros”, los habían amenazado con destazarlos si se quedaban y si intentaban tomar el control del grupo.
Entre forcejeos, los hondureños obligaron a los recién llegados a salir del estadio de futbol ferrocarrilero (recinto donde habían arribado), y buscar uno que fuera exclusivo para los salvadoreños.
Al parecer, el segundo grupo reanudará a primeras horas del domingo su camino rumbo a Estados Unidos; mientras tanto, la parroquia del lugar les proporcionó alimentos y asilo para poder descansar.
