STAFF/michangoonga
Los pasajeros de un microbús en Tampico, Tamaulipas, se tomaron con humor el escándalo de luces y sonido que llevaba el conductor durante uno de sus viajes, y dieron la mejor cara a la adversidad.
Lejos de ser los típicos amargados que se quejan de una buena cumbia y del ruido que amenaza con reventarte los tímpanos, los usuarios bailaron e iniciaron el ambiente con silbidos, aplausos y hasta mofándose de un payaso.
El animador ofreció tremendo espectáculo bailando en el pasillo, que terminó con los bolsillos llenos de dinero, cosas que sólo pasan en nuestro bello México.