STAFF/Marcio Hernández
Distintas delegaciones estatales han externado su sentir en cuanto a la deficiente organización de la Olimpiada Nacional 2016, en donde Acapulco funge como una de las sub sedes, donde los más perjudicados son los atletas, mismos que no se les proporciona el alimento necesario.
«Comemos solo arroz y frijoles» reclamó un de las niñas representantes de Michoacán al encaminarse al comedor comunitario después de salir victoriosa de una de sus competencias.
El descontento es generalizado, ya que muchos de los preparadores físicos señalan que no todos los deportistas siguen la misma dieta y tienen diferentes necesidades.
«Para los atletas necesitan algo un poco más nutritivo y no se está dando… Creo que eso viene desde el gobierno federal, todas las asociaciones venimos limitados y siento que viene de arriba la falta de apoyo y no nada más en este evento» recalcó el entrenador de la delegación de Chiapas Álvaro Rodríguez.
Muchos están de acuerdo en que hay talento en el país y por tal motivo se hacen esfuerzos por parte de cada uno de los integrantes de los institutos deportivos de la República, como es el caso de la Comisión Estatal de Cultura Física y Deporte (CECUFID), que dirige Edna Díaz Acevedo, cuyos colaboradores trabajan muy de cerca con los competidores y sus familias para tratar de resolver estas dificultades.
