El #PapaEnMorelia y el desmadre que se nos está por venir // By @ellycastillo


Por Elly Castillo
Así como a ningún michoacano le consultaron si estaba de acuerdo que le cobrarán un nuevo y carísimo reemplacamiento vehicular este año; así tampoco a los morelianos les preguntaron si querían que el Papa Francisco viniera a visitarlos -nos-.
Sólo nos avisaron, los mismos de siempre que se sienten los dueños de la casa de la cual tod@s pagamos renta, que íbamos a tener visita -mucho muy importantiosa- y que entonces había que poner la casa “patas pa’rriba” y ¡ah limpiar! el desmadre que por meses y años se había originado por tanto descuido, abandono y valemadrismo.
Así, cual puberto adolescente, los gobiernos estatal de Silvano, y municipal de Alfonso, se pusieron a recoger en chinga su cuarto luego de que mamá Federación les dijo que venía el Abuelo Vaticano a visitar a la familia, y pues qué pena que vaya a ver el cochinero en que tienen hecha su habitación -la misma que ellos habitan, y gobiernan-.
Así pues, sin pedirle permiso ni opinión a los habitantes de la casa, se pusieron y dispusieron a armar los preparativos, a hacer cálculos, y sobre todo, a gastarse el dinero que estaba destinado para la despensa y la comida de tooooda la familia que vivimos aquí, y mejor lo pusieron para una fiesta religiosa, a la cual, ni todos los morelianos están invitados, ni todos los morelianos quieren asistir aún cuando fuera el caso de que tuvieran su pase.
Pero, como ya lo hemos comprobado “N” veces, a nuestras autoridades les vale un pepino la opinión de quienes votaron -y los que no- por ellos, y acaban haciendo lo que su rechingada gana se les dá, bajo pretextos, argumentos, excusas y justificaciones que ya nos las sabemos desde sus tiempos de candidatos, y así fue que se ahorraron las explicaciones, justificaciones, pero sobre todo, la rendición de cuentas de lo que se están gastando con nuestro dinero para recibir a tan distinguido visitante.
Eso supongo, porque no hay duda alguna, y nadie que se precie saber lo mínimo de la historia contemporánea michoacana puede contradecir tal precepto, respecto de que la estancia de don Jorge Mario Bergoglio -por nueve horas- oficialmente el próximo martes 16 de febrero, en Morelia, será el evento más importante no sólo de lo que va de este siglo, sino en la historia moderna de la capital michoacana -más no de todo el estado-.
Y es que las autoridades se esconden en las faldas de la derrama económica y la imagen turística que nos va a dejar las pisadas de don Panchito, por estas tierras tan abandonadas de la mano de Dios y tan cerca de las del Cártel Jalisco Nueva Generación -en sustitución de los brazos asfixiantes de los Templarios-, por eso, y en el nombre del máximo representante de Dios en la Tierra, piensan que se justifica su actuar de derrochar y gastar-y gastar- haciendo banderitas, pañoletas, tarjetas impresas de chafa calidad- cuando por otro lado no tienen pa’ pagar las quincenas en Salud, Educación, Seguridad Pública.
El secretario de Gobierno, Adrián Solís, presume unas cifras del INEGI que datan de los años ¡70! donde se establece que el 90% de la población michoacana es católica. Década y media después de este nuevo siglo, la cifra señala que ya anda en el 65-70% esa cifra de católicos, pero ese número no cuadraría para que el funcionario justificará su chamba de dar respuestas fáciles y bonitas a preguntas incómodas.
Silvano Aureoles dice que dará las cifras de los gastos “a quien quiera que las necesite y los solcite”, pues bien, ya se está tardando. Las cifras son antes y el gasto viene después, sobre todo en un estado con tremenda crisis económica, y eso, lo sabe cualquier estadista que se precie de serlo, sobre todo cuando se sueña con buscar una presidencia de la República.
Más aún, resulta tristemente paradójico que el gobernador Aureoles salga en medios nacionales diciendo que él personalmente garantiza la seguridad de los visitantes, y en la misma semana se manifiestan elementos de Seguridad Pública estatal por falta de pagos.
Y sin destacar que tampoco le pidieron opinión al resto de los michoacanos si están de acuerdo en lo que se está invirtiendo sus impuestos para una fiesta que están pagando pero a la cual no están invitados, directamente, pero sí a través del fútbol, anuncios espectaculares hasta en la Ciudad de México, y demás publicidad que circula en lonas, pendones, volantes y botones promocionales que se reparten en Morelia.
Ello, sin necesidad de ahondar en el pobre y gris papel del alcalde moreliano, que, cual su costumbre en sus tiempos legislativos, recarga la responsabilidad en los otros -superiores en rango a él- y se dedica a campechanear y a enojarse cuando los reporteros lo cuestionan de verdad, como cuando anunció y dio por sentado que habría de aplicarse Ley Seca -nomás porque sus reales lo decían- desde este fin de semana y hasta pasado el martes de la visita, y ante la llovizna de críticas reculó reconociendo que tenía que someterlo a Cabildo y es hora que no sabemos -bien a ciencia cierta, si habrá, y entonces cuándo y dónde se aplicará la Ley Seca.
Y junto con eso, Alfonso, desde la tan presumida independencia de su administración, nos deberá decir en cuánto nos está saliendo que Monarcas Morelia pague el hashtag que está promoviendo por su cuenta, (por el cual ya se le notificó, según la FEMEXFUT que será sancionada por promover cultos religiosos, lo que está prohibido por estatutos), saliéndose del acuerdo de impulsar una sola etiqueta digital #PapaEnMich para destacarse por su cuenta, construyendo su camino mediático en su ambición de reelegirse para el 2018 y buscar la gubernatura en el 2021.
Es hora entonces, a cuatro días de que el Sumo Pontífice llegue a Morelia, que los habitantes de la ciudad no saben, ni tienen conocimiento a ciencia cierta que habrá suspensión de clases en los planteles oficiales por dos días; que 101 colonias quedarán sin servicio de combis el día 16; que ese mismo día Morelia será casi en su totalidad peatonal; que las empresas que no son de bienes y servicios primarios como comidas, telefonía, abarrotes, etcétera, ubicados dentro de la ruta papal, no tiene caso que abran, pues aparte de que sus clientes y sus empleados no llegarán a tiempo, o bien tendrán dificultad en su retorno a casa, más allá de conocer cuánto de sus impuestos se está ocupando para pagar todo lo que están padeciendo, por una ‘noble causa’.
Bajo todo este contexto, nuestras autoridades nos han aventado, como sociedad, como ciudadanía, al ruedo, a dejar una “buena impresión” ante el mundo, ante los medios de comunicación de todo ese mundo, pero sobre todo, a los más de 500 mil visitantes, que según Silvano podrían dejar hasta una derrama de 700 millones de pesos constantes y sonantes, pero que podrían ser más de un millón de fans del Papa que se espera, arriben a un ranchote-ciudad como Morelia (osea casí la misma cantidad de sus habitantes), de calles chicas, avenidas que no lo son, glorietas y puentes viales malhechos, donde nació Morelos y se le conocía en ese entonces como “El Jardín de la Nueva Valladolid”, que hoy más bien se parece a un lote baldío de no ser por su Centro Histérico.
A todas esas gentes se les tendrá que dar de comer (claro, no de gratis, porque en Morelia pocas cosas -no naturales- son gratis, verdad, sociedad?), se les tendrá que tener un techo, y un baño donde hacer sus necesidades, y que se la pasen de lo más cómodo que se pueda en una ciudad donde sus habitantes ya de por sí viven incómodos en su mayoría, entre el tráfico, las tomas, los bloqueos y las manifestaciones, se nos viene todo eso pero junto, y por duplicado.
Y todo para acabar viendo empresarios, y políticos, y sus familias, y parientes, y amigos, sentados en las primeras filas, ante la complicidad del cardenal de Morelia. Mientras tanto y como siempre pasa en Michoacán, ‘la perrada’, los más, hasta atrás.
No obstante, en el fondo y al final de todo este show-católico-mediático-espiritual- en que nuestras autoridades han convertido la visita del Papa, y más allá de que Francisco nos caiga bien y en el fondo, hasta gente como yo, le guarda cierto aprecio y más de un reconocimiento a alguien de su investidura que se atreve a venir a Morelia a pesar de cómo están las cosas entre asaltos, robos, bloqueos y plantones, los morelianos sacarán adelante lo que sus gobernantes les echaron encima, porque ante todo, el moreliano ha sacado adelante cosas peores, y mucho más.
Cosas que ahí están pero a nadie le interesan:
En lo personal, me da mucho gusto que venga el representante directo de San Pedro, y máximo embajador de Dios, siendo además tan cool como se le ve, por lo que este texto no pretende más que ser una crítica constructiva, de parte de un creyente, que al igual que muchos creyentes, está harto de que los diablillos sigan metiendo la cola dónde no.
TRUCHAS
Los gastos, que nos digan cuánto, cómo, dónde y sobre todo, en qué, se gastaron el dinero para publicitar la visita del Papa mientras le deben tanto dinero a tantos trabajadores y servidores públicos -que no son influyentes y están hasta abajo de la cadena de mando-.
PD. Perdónalos Papa, no sabes lo que gastan a tu nombre.
