Pro tempore (por un tiempo) // By @Ruy_Carreno

By Ruy Carreño

Vivimos días apabullantes, llenos de basura, atascados de spot´s electorales en radio y televisión; de folletos, playeras y banderitas, que al fin de cuentas son basura; muchos de nosotros estamos hartos de la vanilocuencia de los candidatos a los cargos de elección popular; que a poco más de un mes se habrán de convertir en representantes de bancada y de partido (en compañeros, como ellos se hacen llamar, lo que no nos han dicho es que son compañeros de la misma manada); no en representantes de la voluntad popular como versa la norma; no en representantes de los intereses de la nación, sino en representantes del poder político y económico que los designa.

Con tanta basura electoral, me gustaría encender una hoguera para ahuyentar a los lobos (o quemar vivos a algunos de ellos) y alumbrar el México entre penumbras en que vivimos, el país que está lejos, muy lejos de lo que soñamos, de lo que idealizamos y por el que muchos luchamos con arrojo, desde los diferentes sectores sociales.

Es considerable el número de ciudadanos que se encuentran ante la elección de ejercer o no su derecho a votar; de optar por la primera, se sabe que son pocas o nulas las opciones; hoy los partidos políticos son como la hidra de Lerna, el surgimiento de nuevos partidos (escisiones de otros ya existentes) me hace recordar aquel monstruo mitológico al cual le cortaban una cabeza y le aparecían dos; de considerar la segunda opción, habría que meditar entre acudir a las urnas para anular el voto o bien no acudir y quedarse en casa, comprar unas chelas y ver el partido de la Selección frente a Brasil.

Lo cierto es que todo, todo esto de las campañas políticas, de las palabras al aire, de las dadivas y la compra de votos; para los candidatos y sus partidos, es sólo por un tiempo y de ganar la elección, el cargo que aspiran ejercer también lo es; sin embargo, nosotros como “ciudadanos comprometidos” debemos superar esa línea temporal, debemos dar muerte a la hidra, aprender del pasado y crecer; demostrar a los candidatos que juntos, podemos dar lecciones de democracia.

Muchas veces le damos valor a las palabras y a las promesas; volvemos a caer en lo cíclico del tiempo y creer que el cambio llegara a través de un sólo hombre, una sola mujer, un partido político; dejémonos de la farsa democrática en que vivimos; ejercer el derecho a votar es importante, gritar y exigir, hagamos valer ese derecho;  persigamos nuestro ideal de un México plural y participativo. La acción de las masas está en las manos de los pizzeros.