SOFTNEWS

A 4 Años Del “Ayotzinapazo” Michoacano: #YaMeCansé Que Nos Hagamos Pendej*s || By @ellycastillo

Por Elly Castillo

Elly Castillo es un pachuco bien cholo y más chundo con 12 años de experiencia en el periodismo michoacano quién además de ser un chichinfla bien malafacha cooordina al equipo de Changoonga.com y claro, baila el tibiritabara!
Elly Castillo es un pachuco bien cholo y más chundo con 12 años de experiencia en el periodismo michoacano quién además de ser un chichinfla bien malafacha cooordina al equipo de Changoonga.com y claro, baila el tibiritabara!

Ayer, exactamente hace 4 años, el domingo 7 de noviembre del 2010, se consumaba lo que hoy se puede llamar el “Ayotzinapazo” michoacano en la Catedral de Morelia, que llena de gente como pocas veces, ese día albergaba la que seguramente ha sido la misa -fúnebre- más triste en sus más de tres siglos de existencia.

Sobre los féretros grises de 18 turistas michoacanos asesinados en Acapulco cuando fueron a vacacionar de manera familiar, colocados al centro del recinto recaían profundos lamentos, sollozos, lágrimas, gritos de rabia, de impotencia, y un dolor colectivo que se imponía en los aires de Morelia, que apenas ni se reponia de los bombazos de septiembre del 2008, los primeros atentados en la historia de México.

Lo que ayer el país presenció en torno a los normalistas de Ayotzinapa, sucedió ya no una, ni cientos, sino miles de veces. Para ser más exactos  22 mil 322 si atendemos a la cifra oficial que en agosto pasado citó la subprocuradora de la PGR, Mariana Benítez respecto a personas desaparecidas en México. Lo que representa algo así como la mitad de un estadio Morelos para ponerlos en términos prácticos cuantitavos.

Y ocurrió así con estos 18 hombres que fueron velados y enterrados aquel domingo 7 de noviembre de hace cuatro años. Tras horas, días, semanas de incertidumbre, de falta de respuestas y certezas de las autoridades para las familias, de ser noticia nacional, de incluso haber sido señalados por las autoridades de posibles narcos para después terminar disculpándose ya sobre las coronas de los muertos, cuyo único pecado fue salir de vacaciones el 30 de septiembre de ese 2010 -en familia- a Acapulco, en una tradición que año con año realizaban.

En total fueron 20 michoacanos los que salieron en ese viaje a Acapulco, entre primos, hermanos y padres de 17 a 50 años de edad, la mayoría  parientes entre sí, mecánicos de oficio en su mayoría, estudiantes varios de ellos y que acabaron enterrados en una narcofosa del poblado de Tulcingo en la zona rural acapulqueña.

En medio de marchas locales, reportajes constantes en medios nacionales, y alguna que otra ligera presión de actores políticos locales, las investigaciones oficiales tardaron un mes para poder saber algo de los entonces extraviados, y sólo llegaron hasta la versión donde se apuntó que un grupo de sicarios  los subieron a dos camionetas pensando que se trataban de integrantes de un cártel rival -La Familia Michoacana-  que llegaba a disputarles el territorio. Los cuerpos de otros dos fueron encontrados días después al velorio colectivo, en otra fosa.

Y gracias a la “justicia” narca, hasta que no apareció un video adjudicado al autodenominado grupo criminal Cartel Independiente de Acapulco donde torturan a dos sicarios que presuntamente participaron en la matanza, se pudo saber que Carlos Montemayor, el “narcocharro”, suegro de Edgar Váldez Villaral “La Barbie”, fue quien ordenó los asesinatos pensando que se trataban de rivales.

No esta demás decirlo: Ese  2010, las cifras de cadáveres hallados en narcofosas  de Guerrero  se dispararon a niveles alarmantes  pues tan sólo  en mayo de ese año se descubrieron 54 cadáveres en una mina de Taxco,  según datos citados por El Universal.

18 michoacanos turistas asesinados acapulco

Cuatro años han pasado de ese “Ayotzinapazo” michoacano, los suficientes para decir que #YaMeCansé de que tod@s nos hagamos pendejos en este país.

Razones tengo muchas, para aseverar que nos hemos hecho pendejos como sociedad, entre las más “destacadas” están los 49 niños que murieron quemados en la Guarderia ABC de Sonora, los 72 migrantes hallados en fosas de San Fernando, Tamaulipas; las 52 víctimas del Casino Royale en Monterrey; los 8 fallecidos en los granadazos de Morelia; y recientemente la masacre de 400 personas, principalmente del poblado de Allende, Coahuila, y que lamentablemente se pierde entre tanta mala noticia protagonizada por Ayotzinapa-Iguala-Cocula

Sin embargo, a diferencia de muchas personas, mi indignación mi coraje, mi rabia, no se limita a este gobierno -municipal, estatal o federal-, ni a eso que llaman Estado Mexicano, ni a Peña Nieto, ni a Felipe Calderón, ni a Vicente Fox, Leonel Godoy, Ángel Aguirre o Fausto Vallejo.

Mi coraje con este país- es con su gente también. Con los mexicanos en general, que apenas se van dando cuenta lo que algunos ya veíamos desde hace 4-6 años: El país está enfermo, tiene un cáncer potentísismo llamado narcocorrupción y los doctores que se han elegido para atenderlo sólo han provocado una metástasis, desde la indolencia de Fox; los daños colaterales de Calderón y la indiferencia de Peña Nieto, lo único que han hecho es que este cáncer se extienda recetando quimioterapias chafas y radioterapias salvajes, para acabar en lo de Iguala, manifestándose la enfermedad en Michoacán, Guerrero, Tamaulipas, Morelos, Veracruz, EdoMex y  empezará a invadir Quéretaro, Jalisco, Guanajuato, Puebla y así hasta que no quede ni un sólo territorio contaminado.

Y ante ello ¿qué hemos hecho la masa de 110 millones de mexicanos aparte de reclamar y quejarnos, y de vez en cuando salir algunos cuantos a las calles?

La gente se enoja porque el procurador Murillo Karam no acepta que fue un crimen de Estado la desaparición de los 43 normalistas y que todo apunta a un salvaje asesinato colectivo según sus pistas. Pero esa misma gente ¿dónde estaba para levantar la voz por los 20 michoacanos desaparecidos hace 4 años? Incluso… ¿dónde estaba la comunidad normalista para exigir un alto a la violencia? ¿Por qué no hubo indignación nacional como la que se palpa hoy, hasta que dejamos acumular más de 20 mil desaparecidos y más los muertos?

Además, nadie puede garantizar que, si en lugar de normalistas,  hubieran sido 43 inmigrantes centroamericanos o 43  hombres comunes y corrientes los desaparecidos en Iguala, la reacción de indignación nacional fuese la misma a la que estamos viviendo en estas horas.

no son solo 43 normalistas desaparecidos

Tal vez si hace 4 años la indignación hubiera sido la misma, este desafortunado incidente del 26 de septiembre pasado se hubiera evitado, y estaríamos viviendo en un México un poco más civilizado. Pero los que hace 4 años lloramos de impotencia porque a los 4 meses ya se habían olvidado del caso de estos 20 inocentes michoacanos muertos, ya no tenemos muchas lágrimas. No después de llorar por las demás tragedias acumuladas.

Ojalá dentro de otros cuatro años no estemos chillando otro “Ayotzinapazo” en salve sea la parte de esto que aún se llama Estados Unidos Mexicanos. Claro que fue un crimen de Estado, nada más que el Estado es elegido y soportado por nosotros, los ciudadanos, también conocidos como daños colaterales o borregada.

Por lo demás estoy de acuerdo con todas las posturas que he leído y visto: Hay que llamar a rendición de cuentas, pero no sólo a Peña Nieto, Felipe Calderón, Ángel Aguirre, sino también a los líderes de los normalistas que mandatan y ordenan a su gente enviándola sin más ni más  a dar las batallas, ya sea vandalizando, ya sea robando, ya sea tomando casetas y secuestrando vialidades dizque para afectar al gobierno cuando en realidad a quien joden es al “pueblo”.

Y de paso, nosotros mismos deberíamos hacernos un examen de autoconciencia colectiva. No por nada ronda la etiqueta social de “agachones”.

Cosas que ahí están (pero a nadie le interesan): Lo de las detenciones a ex funcionarios de Leonel Godoy es, lo que se denomina en lengua barroca,  una pinche burla. Tanto los cargos y las acusaciones endebles para llamarlos a rendición de cuentas, como la impunidad de la que al final gozan.

TRUCHAS: El gallo nos salió muy pollo. De poder pasar a la historia como el Salvador de Michoacán, quedará en el burro que tocó la flauta y llegó a gobernador.

Facebook.com/ColumnaChangoonga

Changoonga.com no necesariamente adopta como suyos los choros, chorizos, morongas  y chistorras publicados en ella y deja en sus respectivos padres (autores) la responsabilidad de todas las barrabasadas y debrayes que aquí plasman, producto de las ardillas hiperactivas que habitan en sus macetas. Si te gusta, ¡dale like/ rt  y comparte!

Botón volver arriba