STAFF/@michangoonga
Los ánimos comenzaron a calentarse desde que Fausto Vallejo determinó dar entrevistas a los reporteros (cosa que no 
siempre hace) tras terminar el acto cívico con motivo del Día del Trabajo llevado a cabo en pleno Centro de Morelia, en la plaza Juárez a un costado de Catedral, organizado por la Confederación Revolucionaria Obreros Y Campesinos (CROC) .
Ya el mandatario estatal estaba semirodeado de integrantes del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo (STASPE) cuyos ánimos estaban a flor de piel luego de que ayer el Tribunal de Conciliación y Arbitraje decretará inexistente la huelga que lleva 10 días por parte de los más de 7 mil sindicalizados.
Por alguna razón el gobernador intentó o simuló un acercamiento con los trabajadores, como si los quisiera encarar. Empezaron los gritos de “¡culero! ¡culero!” de parte de los presentes y es entonces cuando su equipo de seguridad le empieza a exclamar con urgencia “vamos de aquí señor gobernador”. Fausto todavía lo piensa y vacila en retirarse pero pueden más los empellones contra su débil anillo de resguardo.
«¡Pinche calavera!» le grita alguien, «¿quién dijo eso?» murmulla Fausto y trata de localizar a quien lo interpeló pero le insisten «vamonos gobernador».
Tienen que cruzar media plaza Juárez, además de insultos se oyen reproches como “¡la gente te apoyo Fausto Vallejo!” y a cada paso que daba hacia su camioneta más se desprendía el encono de la gente, hasta que llegó a la puerta, ya para subirse, empezaron a aventarle botellas de plástico, al menos unas tres. De inmediato alguien saca un paraguas para tratar de protegerlo. El gobernador no se mete luego luego, como si quisiera ver quién le arrojó el objeto, lo que provocó que le aventaran los demás.
Todo ello se puede ver en las imágenes captadas por el equipo de Frecuencia Informativa Libre del periodista Juan José Rosales así como por la comunicóloga María Guadalupe Hernández Elorza:
Entrevistado al respecto, el líder del STASPE, Antonio Ferreyra reconoció que la manifestación se salió de control, asumió su responsabilidad por el incidente y manifestó temor por posíbles represalias en su contra de parte del gobierno estatal: «Nuestra intensión era manifestarnos pacíficamente por la declaratoria inexistente de la huelga sin embargo los ánimos se calentaron» expuso el dirigente.
