Por una alternancia sana en Michoacán / by @berenjenableu
Por Dulce Barajas
El ambiente huele a… elecciones. Recién pasaron los comicios en 14 estados de la República, tan reñidos y llenos de tantos incidentes, que este proceso tan sinuoso serviría de mucho a Michoacán como un ejercicio de análisis para la ciudadanía sobre las expectativas que como electores tendrán en 2015.
Ante la situación que impera en Michoacán, producto de la acumulación de problemas que se remontan desde muchos años atrás y que se han tornado cada vez más complejos así como difíciles de resolver ante la inacción (o falta de interés) de los anteriores gobiernos estatales e incluso municipales, para “sanear” a la entidad (de tantos males y heridas como consecuencia de esta pasividad gubernamental) se requiere una alternancia efectiva en el poder Ejecutivo.
Los ciudadanos necesitamos conocer otros estilos de gobernar, saber que los problemas de la entidad no son obstáculos insalvables sino que depende de la capacidad, inteligencia, astucia y sobre todo honestidad de que quienes busquen el triunfo electoral lo hagan por las razones correctas; que ante la pregunta de ¿Por qué quieres gobernar Michoacán?, las respuestas genuinas no tengan nada vergonzoso en ello ya que no radican en intereses mezquinos sino en el verdadero bienestar de los michoacanos no sólo para hoy, sino pensando en un futuro con mayores oportunidades y un optimo ambiente para sus hijos y los hijos de sus hijos…
¡Sanemos Michoacán!, es urgente, está enfermo de crisis, de violencia, de impunidad, de líderes incompetentes… sin contar las innumerables heridas que a lo largo de su geografía están latentes, con el dolor a flor de piel, y que en vez de que reciban atención inmediata empiezan a descomponerse aún más, ante estrategias equivocadas, ridículas, o sólo temporales (en lo que llegan las próximas elecciones para asegurarle al partido en turno su permanencia para seguir aprovechándose de lo que queda del maltrecho estado).
Si este objetivo se logra, la alternancia saludable que necesitamos traerá consigo naturalmente un proceso de convalecencia para Michoacán, pero tendrá que demostrar desde un primer momento que ha cortado de tajo las malas prácticas que han hecho tanto mal a la entidad, como la entrega inconsciente de recursos (que hacen tanta falta para la supervivencia de los Ayuntamientos) a los sindicatos o grupos de presión, sobre todo en el ramo educativo.
Primero que nada esperemos que la abstención que reinó el pasado domingo 7 de julio no se replique en el estado, pues con una alternancia sana las soluciones cargadas de esperanza llegarán, el argumento de “para que voto si de todos modos las cosas seguirán igual” ya no es válido, analicemos las dos últimas administraciones, que desgraciadamente han resultado fallidas, para no recaer en el malvado juego de promesas sin compromiso y de manipulación inescrupulosa de los michoacanos.
Luchemos unidos los ciudadanos para que no se esparza la violencia el día de ir a las urnas, con inteligencia esquivemos los juegos sucios de quienes sólo conocen esa vía para actuar en las elecciones, saquemos victoriosos una táctica que nos asegure un mejor porvenir, seamos críticos durante las campañas y depositemos nuestra fe en una alternancia sana.
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