SOFTNEWS

Funcionarios columnistas

Por Toño Aguilera

Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no les conozco muy bien.

Groucho Marx

Unos hacen la historia y otros la cuentan. Así funcionan las cosas, al menos para el periodismo: de los periodistas, su función principal ha sido relatar los acontecimientos de actualidad. Y aunque es indudable el valor social que tiene la información escueta, no se puede negar que con el culto a lo fáctico,  el periodismo no ha hecho más que alejarse de aquella idea de que la información es vital para el funcionamiento de la democracia, porque el modelo es insuficiente hoy, especialmente para  aquellos ámbitos en los que se pretende fortalecer el papel de la sociedad civil y revitalizar el sentido de lo público.

El periodismo exclusivamente informativo está basado en el modelo filosófico liberal. Sobre la premisa de que la información es vital para el funcionamiento de la democracia, se crearon los mitos de la objetividad, el distanciamiento, la ausencia de un modelo político explícito, la falta de compromiso y demás rasgos de la formula liberal de la información que desde hace ya casi dos siglos han sido considerados “principios sagrados” del periodismo. Y sí. La información es una condición sine qua non para la democracia, pero no sólo es insuficiente sino que los procedimientos para recabarla y difundirla pueden llegar a producir el efecto contrario al de la causa democrática: cinismo, indiferencia, confusión, abstencionismo, privatización, apatía.

En los últimos años, en Michoacán, hemos atestiguado la creación de un nuevo modelo de “periodista”, después de que los funcionarios de una administración (la mayoría sin formación en medios de comunicación) decidieron o fueron obligados a agarrar la pluma tanto para hablar bien de la administración en que trabajan (lo cual debería ser su obligación principal), como para denotar a los enemigos políticos y sociales del régimen. En los gobiernos del PRI es característico tratar de llevar un control de los medios, tanto para gestionar la economía de daños ante los errores propios de la administración, como para levantar campañas de denostación a sus adversarios.

En esta categoría se ubican aquellos a quienes se les conocen como “periodismo militante”, ya sea que se haga desde el propio gobierno o desde los propios medios que se identifican, militan, conviven, simpatizan y defienden al régimen en turno.

Sin embargo, hay que aclarar que todo periodismo es militante, porque por definición la actividad es subjetiva. Se trata de una intervención que construye una realidad mediante una serie de rutinas productivas que la sociedad legitima. No es un reflejo de la realidad, como pretenden los dueños de los diarios en sus habituales autodefiniciones. Ser un periodista militante no sólo es positivo sino que es inevitable.

Otros son los periodistas funcionarios, categoría que se replica en el sector privado. Tienen una situación parecida a la de los periodistas militantes, pero se cuidan un poco más. Puestos a analizar u opinar, repiten sin utilizar sus capacidades, que existen, para procesar la información. Simplemente repiten consignas como si fueran voceros de algún ministro o ejecutivo, según sea el caso. Tal vez de quien los respalda para que estén donde están.

En un contexto mundial y local en el cual el 60 por ciento de los contenidos de los medios es hecho por periodistas que entran en la categoría «colaborador ocasional» del Estatuto del Periodista, «profesional atípico» según la nomenclatura de la OIT y «precarizado» o «marginalizado» o «ejército periodístico desocupado de reserva», parafraseando a Marx (no a Groucho). Muchas veces la abundancia de periodistas funcionarios y militantes resulta al menos obsceno para los miles de precarizados.

En el caso de Michoacán, la participación de los funcionarios en la agenda mediática es incluso hasta excesiva, en muchas ocasiones hasta ridícula. Tenemos los casos del secretario de Cultura, Marco Antonio Aguilar, quien no se ha caracterizado por conducir una gestión digna de reconocimiento en el sector cultural, aplazando o cancelando programas, eventos y proyectos, sin embargo dedica varias horas de su semana laboral para participar en programas de radio y mandar columnas a aquellos medios más orgánicos al régimen, en donde exhibe su interés casi obsesivo: despotricar contra quienes no militen en su partido, en particular las organizaciones e instituciones de izquierda. Sus textos –a pesar de la formación del abogado- suelen ser predecibles, faltos de objetividad y de recursos periodísticos.

En esta sintonía, desde las oficinas de gobierno –en donde imperan varias leyes, como la de Responsabilidad de los Servidores Públicos- están los “artículos” de Julio Santoyo – Julio Santoyo asesor político de la Secretaría de Educación-, de quien hay que reconocer que sí tiene una experiencia previa en el ejercicio periodístico.

Sin embargo, no podemos decir lo mismo de Melchor Ornelas, un clown de las protestas sociales, que cobra como asesor de la Secretaría de Comunicación y Obras Públicas, y que no deja de recurrir a los medios para atacar a los adversarios políticos del PRI.

Quizás la pluma más competente de gobierno sea Christián Gutiérrez Alonso, quien trabaja como Secretario Auxiliar Adjunto del Gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo. Maestro en Ciencias Políticas, a Gutiérrez Alonso se le puede definir como intelectual orgánico del PRI, esos a quien el italiano Antonio Gramsci definía como aquellos quienes difunden las ideologías necesarias para la adquisición del consenso que aparentemente surge espontáneamente de las grandes masas de la población a las decisiones del partido político dominante.

Cabe destacar que la organicidad periodística de estos funcionarios dista de ser un esfuerzo de calidad, toda vez que exhiben burdamente sus tácticas y estrategias, y no han logrado penetrar en la opinión pública.

PD. Changoonga. Com era un proyecto necesario para el cada vez más estancado gremio periodístico estatal, y a pesar de que ha sido ninguneado por quienes se creen los dueños de la agenda mediática en Michoacán, ha forjado su espacio, ya que si bien no es reconocido, es monitoreado a todas horas. Felicidades a todos los changoongeros en este primer añito de serla piedrita en el hígado de los políticos!

Twitter: @gaaelico
Wordpress: http://antonioaguileraperiodista.wordpress.com/

Botón volver arriba