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Fausto Vallejo Esta Gravemente Enfermo Asegura Investigador De La UNAM

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Desde que ha andado en campaña, mucho se ha especulado sobre la salud del gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, y los rumores sobre enfermedades que van minando su capacidad de mandato siguen en aumento.

Apenas la semana pasada en una interacción vía twitter, Fausto Vallejo le respondió a un usuario que le preguntó al respecto  ‏@horaciopineda @faustovallejof buenas noches Sr gobernador. Oiga hay muchos rumores de que usted está en mal estado de salud. Eso nos preocupa. Es cierto?

Ante lo cual el mandatario estatal respondió: @faustovallejof @horaciopineda Bueno, desde antes me han inventado eso. Yo invito a quienes lo promueven a que me acompañen un día normal de actividad.

http://www.changoonga.com/noticias/gobernador-de-michoacan-responde-a-tuiteros-niega-estar-enfermo-de-gravedad/

Incluso esa misma semana rumores en los pasillos burocráticos señalaban que Fausto tiene una cita médica en Texas, donde es atendido de su mal renal, y que podría solicitar licencia para ausentarse temporalmente del cargo.

Pues bien, ahora es el investigador de la UNAM, Ernesto Villanueva, quien asevera que tiene pruebas para señalar que el gobernador michoacano “está muy enfermo”, y pone en tela de juicio su capacidad para llevar por buen cauce y orden la administración estatal.

Ello lo expone en su columna publicada este lunes en diversos medios de comunicación, entre ellos la revista Proceso, denominada “Sobre el oasis michoacano”.

Con ello Villanueva ha abierto otro frente en su discusión con el gobernador Vallejo, a quien ha acusado de sostener un viejo sistema político, colocando como funcionarios de primer nivel a gente que no cuenta ni con la preparación ni el perfil adecuado.

El fragmento textual: «Hoy, sin embargo, las cosas han cambiado. Documentos a los que tengo acceso confirman que padece una enfermedad delicada. Si bien un segmento de esta información es innegablemente parte de su derecho a la vida privada, otro no lo es porque el padecimiento del mandatario estatal podría estar afectando la toma de decisiones en la vida pública michoacana y explicaría –no justificaría– el porqué del grave proceso de erosión política y social en la entidad.

Como un simple ejemplo de lo anterior recuérdese la equivocación de Vallejo al nombrar a Luis Miranda como secretario de Finanzas creyendo que contrataba a un político homónimo cercano al candidato presidencial priista Enrique Peña Nieto. De acuerdo con los documentos de los que dispongo, el funcionario padece diabetes en estado avanzado, con las serias complicaciones que entraña esta enfermedad crónico-degenerativa, es decir que únicamente puede ser controlada puesto que hasta ahora no hay cura existente en el mundo para ella.

Segundo. Según su expediente médico, Fausto Vallejo padece no sólo una enfermedad incurable sino que el rápido desarrollo de ésta le ha generado dos complicaciones que son de interés público: La primera es la neuropatía diabética, complicación de la diabetes que genera afectaciones en los nervios del cráneo, provoca fuertes dolores de cabeza e impacta la lucidez. Para el tratamiento de estos problemas suelen medicarse antidepresivos tricíclicos, utilizados también para combatir la depresión profunda.

Tal combinación detona síntomas neurológicos no menores: cefalea, parestesia, ansiedad, insomnio y cansancio crónico, lo que explica el hecho de que Vallejo prácticamente no realice giras de trabajo y atienda un mínimo de asuntos en la casa de gobierno local.

El gobernador sufre también insuficiencia renal crónica, por lo que es sometido a frecuentes sesiones de diálisis peritoneal, segunda complicación que contribuye a un estado de cansancio crónico. En consecuencia, resulta fácilmente deducible que este delicado cuadro de salud tenga serios impactos en la toma de decisiones de carácter público en Michoacán.

El sentido común indica, pues, que Vallejo debe dedicarse a atender sus enfermedades de tiempo completo, como éstas lo exigen. Por tanto, el hecho de que siga encabezando el Poder Ejecutivo y el Congreso lo permita constituye una irresponsabilidad política.

En Estados Unidos estos hechos serían el eje del debate electoral. Hace tiempo The New York Times, en su editorial de casa, explicaba la necesidad de que la ciudadanía contara con “candidatos sanos” para bien de los gobernados. Es de llamar la atención que Fausto Vallejo haya aceptado ser candidato y fungir como gobernador no obstante su mal estado de salud, a sabiendas de que con ello podía poner en riesgo su propia integridad física y, consecuentemente, el buen desarrollo de los asuntos públicos en Michoacán.

Si atendemos a lo que plantean R. S. Surwit y otros autores en “Stress and diabetes mellitus” (Diabetes care, 1992, pp. 1413-1422), el estrés al que seguramente está sometido Vallejo debido a la naturaleza de su trabajo podría estarle causando mayores complicaciones de salud, con el impacto que eso supone en la lucidez que se requiere para gobernar.

Por lo demás su edad, superior a los 60 años, contribuye a que su padecimiento se vuelva doblemente incompatible con el ejercicio del poder, porque después de esa edad “es común un grado variable de degeneración cortical” que reclama “reposo y medicación” (Vellas, B. J., Albareda, J., y Garry, P. J., eds., “Dementia and Cognitive Impairments. Facts and Research”, en Gerontology, supplement, Serdi Publisher, París, 1994).

Tercero. En el ejercicio del poder los vacíos no existen y Michoacán no es la excepción. Hoy la entidad es gobernada de facto por dos grupos políticos locales: el dirigido por el septuagenario Marco Antonio Aguilar Cortés, quien se ostenta como abogado sin cédula profesional y despacha como secretario de Cultura pero tiene a su cargo el sector educativo, área que por cierto se halla en crisis en el estado, y el encabezado por el secretario general de Gobierno, Jesús Reyna, quien se encarga de mantener el mínimo minimorum de gobernabilidad. Así las cosas, la terrible situación por la que atraviesa la entidad no debe prolongarse por más tiempo.

En el caso de la mala salud de Vallejo el Congreso local tiene la prerrogativa de aplicar el artículo 55 de la Constitución michoacana por tratarse de una “causa grave”, en tanto que Vallejo tendría que dejar el poder porque todo indica que está impedido física y mentalmente para ejercerlo.

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Un link para ver la columna completa:  http://diariojuridico.com.mx/opinion/sobre-el-oasis-michoacano-ernesto-villanueva.html

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