Brincan las palabras ¿dentro de un corral?
Por Ann
La primera vez que escuché eso del corralito de palabras, me dio risa; imaginé borregos, pollos, gallinas, pero ¿palabras? Luego de repasar la idea y analizarla, además de interesante, me pareció útil e ingeniosa y no sólo usar el corralito con las palabras, sino que es aplicable para las ideas, los pensamientos y demás debrayes que se les ocurran.
Resulta que en noviembre del año pasado fui con un amigo a uno de los conciertos que Joaquín Sabina ofreció en la Ciudad de México. Mi cuate y yo nos pelábamos de hambre y al salir del concierto, buscamos un lugar para comer.
Caminamos como loquitos, las tripas nos crujían y no encontrábamos un lugar decente para echarle fruta a la piñata. Durante la caminata me comenzó a hablar del proceso creativo por el que atravesó Sabina para escribir las rolas del disco Vinagre y rosas.
Me contó que escribió varias canciones en pausas con el escritor Benjamín Prado; uno iba de viaje, luego se encontraban y escribían. Las palabras o frases que no incluían en una canción, las ponían en un corralito dibujado[1]. No las desechaban, las guardaban para después. La crónica se cuenta en el libro Romper una canción.
Me sonó a un taller de escritura despatarrado, totalmente disperso, sin pies ni cabeza, sin embargo, todo se aprovechó. Y es cuando vemos que hay muchos caminos para llegar al mismo lugar.
Es simpático pensar en un corralito, tener un espacito en el que encierras pensamientos que te servirán después si es que hoy no son aplicables o congruentes, que se pueden retomar y volver a ellos cuantas veces quieras o necesites. Pero aguas, no es bueno guardar ideas o pensamientos chaquetosos, esos no sirven.
No estaría mal intentar hacer un corralito de ideas, neta, por absurdas que parezcan, nunca se sabe, igual y hasta resulta rentable: “Para que pueda surgir lo posible, es preciso intentar una y otra vez lo imposible”. Nomás que cuando supe de dónde viene el término, sentí un nudo en el pescuezo.
Finalmente, después de dar vueltas como mayates, mi cuate y yo terminamos en un insípido vips. Chale, pero la plática y la caminata estuvieron sabrosas ¡Ja!
Twitter: @ann_hiellow
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[1] La idea del corralito fue inspirada en el corralito argentino de 2001 en el que el gobierno restringió la disposición del dinero de las instituciones financieras para evitar la fuga de capitales, el pánico bancario y la quiebra del país. Este término fue acuñado por periodista Antonio Laje.Fuente: Wikipedia.URL: http://es.wikipedia.org/wiki/Corralito