La “Suprema Cortesana”// By Ruy Carreño
La “Suprema Cortesana”// En defensa de Aristegui// Subversión en el Vive Latino
Por Ruy Carreño
Tiempos oscuros ocurren en México, el fantasma del neoliberalismo corrompe y resquebraja todo poder público, bajo una careta de “modernización”; haciendo uso de sus criaturas –medios de comunicación, organizaciones religiosas, sindicatos, grupos empresariales, etc.– doblega y conquista.
La designación de Eduardo Medina Mora, como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, da cuenta de ello; la jactancia de la corte de ser “el órgano garante del estado de derecho y el equilibrio entre los distintos poderes” (Misión y Visión de la SCJN), hoy más que nunca queda en entre dicho; no por haber violado el proceso de elección del nuevo ministro, sino por la falta de legitimidad para investir el cargo conferido; la prostitución política del máximo tribunal del país, junto con las equivocas determinaciones emitidas por éste en los últimos seis años, quizá nos hagan cuestionar ¿en manos de quién está la justicia en México?
Retomando la arista, si de justicia se trata; hablo en defensa de mi admirada Carmen Aristegui, de quien he sido radioescucha a lo largo de cinco años; mujer valiente, voz férrea y vitalizante, una de las pocas con una visión crítica del país; quien ha dado a conocer los más sonados escándalos de corrupción del gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto; a la fecha el caso relativo a su confrontación y despido de “Noticias MVS”, es primicia internacional y la proyección que se tiene, es que la salida de Carmen, junto con algunos de sus más cercanos colaboradores de la Unidad de Investigaciones Especiales, fue derivada de dar a conocer la noticia de la casa blanca.
En este contexto es preciso decir, que el derecho a la libertad de expresión, es fundamental en la construcción de un estado democrático y plural, es un derecho esencial en la lucha por el respeto y promoción de todos los derechos humanos; por ello es también uno de los más amenazados, tanto por gobiernos represores que buscan impedir cambios estructurales y sociales (como los que se vislumbran con la plataforma anti-corrupción “Méxicoleaks”), como por particulares que quieren imponer su ideología, intereses o valores personales, amordazando a la prensa libre y a las voces insumisas del sistema como la de Carmen Aristegui.
Hablando de libertades; la libertad de pensamiento, que supone un derecho individual a no ser perseguido, reprimido o sancionado a causa del ejercicio de las ideas externadas, se dejó escuchar en el Vive Latino; cuando bandas de rock como La Cuca, Caifanes, Molotov, entre otras, manifestaron de una u otra manera su solidaridad por los 43 normalistas desaparecido de Ayotzinapa y su hartazgo por la corrupción que subsume al país; Tito Fuentes, integrante de Molotov presentó “Hit me” como un tema que habla “sobre la mentira del gobierno que tenemos” (Animal Político, Redacción, lunes 16 de marzo de 2015).
Muestras como éstas, de subversión y rebeldía son de admirar y celebrar; nos vitalizan, nos dan esperanza, para enfrentarnos ante una realidad que carcome; donde la esperanza es más que una herramienta de lucha, es una brújula, para quienes luchamos por un país mejor.
Queridos lectores, ante la penumbra, hagamos nuestras las palabras del escritor uruguayo Eduardo Galeano: “en tiempos oscuros, seamos lo suficientemente sanos como para vomitar las mentiras que nos obligan a tragar cada día”.
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