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Este 17 de junio de 2025, la violencia volvió a sacudir a Tepalcatepec con el asesinato de la presidenta municipal morenista, Martha Laura Mendoza Mendoza, y su esposo, Ulises Sánchez, quienes fueron atacados al salir de su domicilio en lo que, según los primeros reportes, fue una agresión directa.
De acuerdo con la agencia RED113, el atentado ocurrió en las inmediaciones de su vivienda, casi frente a la clínica Barajas, en la zona Centro. En el lugar también su hijo resultó herido, mientras que los paramédicos que arribaron al sitio confirmaron el fallecimiento del matrimonio.
Según las primeras versiones de los vecinos. Las víctimas fueron interceptadas por un comando armado que, sin mediar palabra, disparó a quemarropa. Los responsables serían integrantes de un grupo interno del Cártel de Tepalcatepec, conocido como Los Naranjos, con quienes según fuentes militares el propio Cártel de Tepeque mantenía fricciones desde hace meses.
La situación adquiere un tinte aún más turbio, ya que contactos gubernamentales afirman que Martha Laura Mendoza sería cuñada de Juan José Farías Álvarez, alias “El Abuelo”, líder del referido Cártel de Tepalcatepec que opera en la región, por lo cual se presume que el atentado podría tratarse de una afrenta de Los Naranjos.
Aunque aún no hay una versión oficial por parte de la Fiscalía General del Estado, diversas fuentes coinciden en que la disputa entre células internas por el control de la plaza habría escalado a un punto sin retorno. La política, en este contexto, vuelve a ser víctima.
Martha Laura Mendoza era reconocida por su participación activa en la comunidad, impulsando proyectos como obras de drenaje y la organización de festivales locales. No obstante, también había denunciado previamente amenazas del crimen organizado, reflejo del entorno hostil que se vive en la región.
Con este hecho, ya son 6 los alcaldes en funciones que han sido asesinados durante la actual administración estatal, siendo el más reciente el del Presidente Municipal de Tacámbaro, Salvador Bastida, mismo que ocurrió apenas hace 12 días.
La zona fue fuertemente resguardada por fuerzas estatales y federales, mientras el miedo se apoderaba de los vecinos y familiares que observaban, entre lágrimas y silencio, como el cuerpo de la alcaldesa era levantado.
En Tepalcatepec, como en tantos otros municipios de la Tierra Caliente, la violencia no distingue cargos, parentescos ni límites. La política municipal se convierte cada vez más en un campo minado donde el crimen organizado impone sus reglas.