Hechos y deshechos: El trabajo de los alcaldes
Escribe Javier Lozano
Es muy pronto para tener un juicio completo del funcionamiento de los ayuntamientos a lo largo y ancho del territorio de Michoacán. Como sabemos, se están sentando las bases a través de la planeación y organización; es decir, un diagnóstico para saber en qué condiciones han recibido la administración. De hecho, una cantidad importante de ediles han llegado al despacho por primera vez. Otros, en cambio, tuvieron la fortuna de seguir profundizando las políticas públicas gracias al proceso electoral que vivimos. Para tal efecto, nos hemos percatado del buen manejo de esas acciones, que por mucho han convertido los despachos municipales en un catalizador de la transformación.
En Pátzcuaro, por ejemplo, Julio Arreola ganó la elección por la vía democrática. Se impuso con mucha categoría y superioridad. Por encima de todos, en efecto, demostró pleno conocimiento de los temas que continúan aquejando a la población y, para ello, sigue perfeccionando las acciones que, a su vez, lo han llevado a tener el reconocimiento no solamente de la ciudadanía, sino de las propias evaluaciones que miden el desempeño. Como punto de partida, el municipio se encuentra en ese cambio constante. Es algo de lo que nos hemos podido dar cuenta, pues Julio, una vez más, promedió niveles de aprobación muy elevados en el mes de septiembre. Esa labor que viene protagonizando, de hecho, lo ha posicionado como el cuarto mejor alcalde de Michoacán, con una ponderación del 61% de aceptación.
Si tomamos en consideración estos criterios, nos podemos dar cuenta de lo eficiente que sigue siendo la administración que encabeza Julio Arreola. Estamos hablando de un trabajo de continuidad que, en términos políticos, es un motor de impulso en las políticas públicas. Ejemplos de ello son las obras de gran impacto y, desde luego, los programas sociales que, en la medida de las posibilidades, han logrado capitalizar la ayuda a los sectores más necesitados. A lo largo de estos años, de hecho, Arreola ha sabido canalizar cualquier situación al buscar alternativas de solución. De entrada, tiene una coordinación eficaz con las autoridades estatales y federales. De ahí se desprenden prioridades más a detalle. En pocas palabras, Arreola ha conseguido un avance sustancial que, por ende, luce prometedor para los próximos tres años.
Examinando la misma evaluación que realizó Demoscopia Digital, vemos el gran desempeño de los presidentes municipales emanados de Morena. En Apatzingán, por ejemplo, Fanny Arreola ha comenzado con el pie derecho. Tiene, para ser exactos, una aprobación del 45%; considerando que el 15% no responde los cuestionarios, estamos hablando de un apoyo muy sólido de la gente en pleno proceso de arranque. Es verdad, hay una fase de planeación luego de la transición que se vivió. Justamente eso, en el punto de partida de cualquier gestión, imposibilita visualizar los cambios que se están llevando a cabo. Sin embargo, en la medida que los meses transcurran nos iremos percatando, además de la estabilidad en la gobernabilidad, de las acciones que se pondrán en marcha. La misma alcaldesa, para tal efecto, se aseguró de recolectar cada una de las inquietudes de la ciudadanía; es decir, recorrió colonias y comunidades. Eso, desde luego, le permitirá tener una mejor perspectiva de las necesidades que, a la postre, se convertirán en prioridades de la agenda.
Nos hubiese gustado que Demoscopia Digital eligiera más municipios importantes para su evaluación. Hasta donde sabemos, se evalúan los distritos de mayor padrón electoral. Sin embargo, eso no impide realizar una mirada objetiva al buen trabajo que se está llevando a cabo en Maravatío. Un gran acierto, sin duda, fue perfilar a Mario Pérez. Él, ya como alcalde constitucional, ha ido realizando algunos ajustes, luego de las grandes dificultades financieras que le heredaron. Aun así, es evidente que, además del presupuesto responsable que se pondrá en marcha, habrá una serie de acciones que vendrán a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Sobre esto cabe mencionar que, a lo largo de estas semanas de trabajo, Mario ha encabezado algunas reuniones importantes para plantear proyectos significativos. Eso, evidentemente, se concretará en la medida que los meses transcurren; hay compromiso y voluntad del edil de Maravatío. De entrada, todo transita en torno al ejercicio de planeación a fin de ir consiguiendo los objetivos que se plantearon en tiempos de campaña.
Mario Pérez, sabemos, es un funcionario público muy comprometido con la población. Seguramente buscará todos los mecanismos e instrumentos para encontrar las condiciones sociales de mejoramiento. De hecho, hay una serie de propuestas que comenzarán a desarrollarse, eso sí, de mucho provecho para la ciudadanía. Hablamos del perfeccionamiento de los servicios públicos que ofrece el ayuntamiento, de modo que ayuden en cualquier aspecto que se requiera. Para ello, hay un diseño integral que fue alimentando el propio alcalde de Maravatío en la fase previa. Será, ni más ni menos, una labor permanente para sentar las bases de la transformación. En concreto, aquel punto estratégico de la entidad, en términos sociopolíticos, tendrá el progreso que se merece, pues Mario, nos cuentan, se asegurará— con mucha voluntad y trabajo— que así sea.
Por eso y por muchas cosas, los presidentes municipales de Morena, para efectos sociales, están jugando un rol protagónico. Además de cumplir con el mandato popular, gestionan y tienden puentes de interlocución para concretar más acciones a través del recurso extraordinario.