STAFF/ César Hernández -@CesarHdzNoti
“Antes éramos como 20, ahora nada más quedamos cuatro”, manifestó Ángel, quien subsiste con lo que le dan los turistas que asisten al Parque Nacional de Uruapan.
Por unas monedas y a veces billetes, es uno de los clavadistas que arriesgan su vida al lanzarse al caudal del Río Cupatitzio.
Ángel declaró que aprendió desde muy pequeño, por la necesidad de ayudar con la economía de su familia, por lo que aprendió a lanzarse al agua pese al peligro que implica.
Con visibles raspaduras en la piel, posiblemente por las filosas piedras de esta barranca ubicada en pleno centro de Uruapan, realiza este acto temerario para entretener a los turistas.
Su espectáculo es simple, ya que no hay un presentador, mucho menos algo que les avise a los visitantes de lo que van a observar.
Cuando ve que comienza a juntarse la gente cerca de uno de los puentes de piedra, se dispone a quitarse los zapatos y playera, se sube a un árbol.
Se persigna y se lanza al río, en donde si llega a fallar por algunos centímetros chocaría contra las piedras, por lo que su clavado de cabeza debe ser exacto.
La gente queda sorprendida, por lo que varios cooperan con algunas monedas que dejan en su mano.