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#Morelia Desde 30 Varitos Consigue Tu Piñata Tradicional, Nomás Tú Pones El Palo

En la Plaza de la Piñata trabajan 14 familias morelianas fabricando las figuras de estrellas y animales que dan felicidad a niños y no tan niños

STAFF/ Eliza Flores @eliz_ffp

En el corazón del centro de Morelia se encuentra la plaza de la piñata, en dónde trabajan 14 familias elaborando la tradicional piñata de estrella, para las fiestas navideñas, puedes encontrar piñatas desde $30, $70 y $100.

Pero no solo en esta época del año se elaboran estás figuras que dan felicidad a las familias michoacanas, durante todo el año es posible adquirir una piñata de cualquier figura solo es cuestión de que eches a volar tu imaginación, y se la pidas al piñatero.

La familia de Sotero Cruz Domínguez Segundo, fue la primera que se animó a vender piñatas en “Tu Plaza Allende”, una plaza comercial que fracasó tras la reubicación de comerciantes ambulantes en Morelia, el señor Domínguez trabaja a lado de sus hijos en la plaza, él tiene más de 30 años haciendo piñatas.

“Tengo 35 años trabajando la piñata, me enseñó mi papá, él vendía piñatas, aquí toda la familia trabaja, cada quien, por su cuenta, pero somos 14 en total”, contó el señor Cruz, quien continuó diciendo: “Algunos hacen las figuras, son las que más se venden pasando la tradicional, vendemos entre unas dos mil a tres mil piñatas al año, lo hacemos porque nos nace, porque nos gusta hacerlas”.

Al preguntarle a señor Sotero Cruz ¿cuál figura le gusta hacer más?, respondió con una sonrisa en la cara: “Las de animalitos, los borreguitos, burritos, vacas, de hecho, fueron las primeras que hicimos”. Sus hijos son los que ha continuado con la tradición de hacer piñatas de figuras, su hijo Iván Domínguez, se ve trabajando hoy en un “cabezón”, figuras que terminan personalizándose según los gustos del cliente.

En la misma plaza trabaja la señora Mari, ella hoy se veía haciendo piñatas de estrella, ella es un poco tímida, pero aun así nos contó que le gusta hacer las piñatas y que en estos tiempos se vende tanto que “hacen falta manos” para poder surtir a todos los clientes, doña Mari trabaja a lado de su puesto de dulces, ella cuenta que sus mejores clientes son los niños, ya que son los que piden a sus papás que le compren alguna piñata “aunque sea de las chiquitas de $30”.

Las 14 familias que trabajan en la plaza de la piñata surten a dulcerías, puestos de mercados e incluso tienen clientes de fuera de Morelia, refieren que hay personas que vienen desde, Zamora, Uruapan, Pátzcuaro y otros lugares a comprarles piñata. Mayra Ramírez y su esposo algunas veces venden piñata por mayoreo, pero ella refiere que no le conviene tanto, porque los clientes quieren la piñata muy barata.

“Mira una piñata como esta, cuesta $70 pesos, hay otras poco más grandes de $100, cuando vienen los clientes de mayoreo les tenemos que bajar mucho el precio, y la piñata de $70 la pagan en $35, por eso yo prefiero vender las piñatas de figura, esas vienen costando hasta $600 cuando miden un metro”.

Mayra también nos contó que hacer piñatas le salvó la vida, ya que fue tras un accidente que se refugió en esta manualidad monumental, sus piñatas han llegado a todos los rincones de Michoacán, incluso tiene clientes de Sahuayo, que cada cumpleaños le mandan hacer pedidos especiales.

Beatriz González y Gelasio González son esposos, ellos también fabrican piñatas para surtir a clientes grandes, ellos cuentan que alcanzan a fabricar hasta 100 piñatas por semana, hoy estaban fabricando estrellas tradicionales, y en una orilla de su puesto tienen también figuras navideñas como venaditos y borregos.

“Las estrellas todos las damos al mismo precio en la plaza, pero también hacemos otras figuras, como esos que están ahí”, dijo Gelasio mientras señalaba la figura de venadito, “esas las damos en 150 pesos”, unos precios realmente accesibles para la calidad de trabajo que hace esta pareja.

Beatriz refiere que la plaza en la que trabajan está abandonada por otros comerciantes, pero que ellos no se darán por vencidos y seguirán fabricando piñatas tradicionales para no dejar morir ese espacio que les ha costado más de una década sostener. Espera además que las autoridades municipales los sigan apoyando con la difusión de su trabajo, así como con la compra para sus fiestas.

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