CinemaDude…NADIE
En esta película de acción en tono de humor negro, Hutch Mansell (Bob Odenkirk) es un contador de unos cincuenta y tantos que lleva una vida aburrida trabajando en la pequeña empresa de su suegro y su cuñado, quienes lo ningunean constantemente
By: Héctor García Ramírez
Director: Ilya Naishuller
Actúan: Bob Odenkirk, Connie Nielsen, Aleksei Serebryakov, RZA, Michael Ironside y Christopher Lloyd
Duración: 92 minutos
Se puede ver en cines
En esta película de acción en tono de humor negro, Hutch Mansell (Bob Odenkirk) es un contador de unos cincuenta y tantos que lleva una vida aburrida trabajando en la pequeña empresa de su suegro y su cuñado, quienes lo ningunean constantemente. En casa las cosas no están mejor, la relación con su esposa se ha vuelto fría y distante, su hijo adolescente no lo ve como un modelo a seguir y parece que su hija pequeña es la única persona que le muestra algo de respeto. Es un donnadie pues. Pero lo que no saben es que, un par de décadas atrás, este señor era un asesino bajo las órdenes del gobierno gringo que decidió retirarse y llevar la vida tranquila, aunque claramente insatisfactoria para él, de un padre de familia de los suburbios. Claro que todo tiene un límite y cuando unos ladrones entran a la casa de Hutch poniendo en peligro a su familia… bueno, ya se imaginarán.
En cuanto a estilo, la cinta sigue los pasos, pero sin estar a la altura, de Atomic Blonde o John Wick. Uno de los productores de Nobody es David Leitch quien dirigió y codirigió, respectivamente, la primera entrega de la saga protagonizada por Keanu Reeves y la -hasta ahora- única película de la espía rubia.
La premisa de Nobody tampoco es novedosa. Superior en casi todos los aspectos, Una historia de violencia (2005), drama dirigido por David Cronenberg que adaptó a la gran pantalla el comic homónimo de John Wagner y Vince Locke, cuenta la historia de un tranquilo padre de familia (Viggo Mortensen) que, tras frustrar un asalto y matar a dos criminales en defensa propia, ve expuesto su pasado como asesino de la mafia. La película se centra en las consecuencias que el incidente tiene para su esposa e hijos, quienes se dan cuenta que la persona con quien han convivido durante tantos años, en realidad no es quien decía ser.
Mientras que el personaje de Mortensen es feliz como padre y esposo en un pequeño pueblo estadounidense, Hutch Mansell es básicamente un señor insatisfecho que extraña los viejos tiempos de soltería, cuando podía andar por ahí matando gente, y que cree que los sacrificios que ha hecho por su familia no le han dado los réditos que esperaba.
Así, el protagonista de Nobody sufre una crisis de la mediana edad, ese momento en el que los señores se pintan las canas de color castaño, se injertan cabello, toman clases de bachata, se divorcian, se compran un coche deportivo, vuelven a escuchar heavy metal o cosas por el estilo, lo que sea que “los haga sentir hombres de nuevo”. Claro que Hutch hace algo menos convencional, sale a matar nocivos mafiosos extranjeros con las armas que le permite portar la Segunda Enmienda y, de paso, recibir una buena dosis de golpes que terminen de sacarlo del estado de somnolencia en que había estado viviendo, con la esperanza, además, de encontrar en el camino el respeto que su familia no le tiene.
Además de la incapacidad de los Mansell para comunicarse asertivamente y llevar una buena relación, los villanos de esta historia son los rusos, quienes, después de un par de décadas, han vuelto a reclamar su trono como los grandes antagonistas de la sociedad gringa. Curiosamente, el director, Ilya Naishuller, es de la tierra de Vladimir Putin.
Quizá la gran virtud de esta cinta es que no se toma en serio a sí misma. Cada que Hutch intenta contarles a los agonizantes criminales sobre su pasado, estos mueren antes de que termine su historia, seguramente de aburrimiento al escuchar al insatisfecho contador. Esto refleja muy bien que la película es consciente de que, no son los diálogos o el desarrollo de personajes lo que mantendrá interesados a los espectadores, especialmente a los seguidores del género, sino las secuencias de acción, con múltiples incendios, disparos, choques y acuchillamientos. Mindless violence le dicen.