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Mikey Chanel es una adolescente estadounidense trans nacida con genitales masculinos y criada como un niño, quedó embarazada luego de descubrir que tiene aparato reproductivas femeninas; actualmente se encuentra en su segundo trimestre de gestación.
Hace un año, Mikey fue diagnosticada con el síndrome del conducto mülleriano persistente (PMDS por sus siglas en inglés), una rara condición en la que una persona tiene genitales externos masculinos pero órganos reproductores femeninos internamente.
Mikey, de 18 años de edad, afirmó a los medios de comunicación que siempre se sintió como una mujer.
“Era obvio para todos que yo era diferente desde el principio. Nunca me sentí como un niño, yo era bastante afeminada y nunca pasé por un proceso de “pubertad” como otros hombres, solo tengo un poco de vello facial y siempre he tenido un cuerpo con forma femenina”, expresó la chava.
Cabe mencionar que Mikey “salió del clóset” a los 13 años de edad y luego comenzó a tener dudas internas sobre la posibilidad de ser trans. Un año después, fue diagnosticada con PMDS cuando la joven se sometió a unos exámenes médicos rutinarios tras sentir una sensación extraña después de orinar y tener relaciones sexuales.
“Me hicieron una ecografía de mi tracto urinario. Ahí me dijeron que tenía cuello uterino, ovarios, útero y trompas de Falopio, y que si quería, podría embarazarme; al principio pensé que era una broma de mal gusto pero luego me mostraron mi útero en la pantalla”, relató.
Luego de ser diagnosticada con PDMS, los médicos le recomendaron a Mikey someterse a una histerectomía de manera inmediata, pues las personas que padecen dicho trastorno, son susceptibles a padecer cáncer o tumores.
“Mis partes masculinas se volvieron infértiles, pero me dijeron que mis ovarios estaban funcionando. Tras estar en estado de shock durante un par de semanas me di cuenta de que no podía tener un hijo a menos que lo tuviera yo misma, y pronto”, señaló Mikey y por lo cual decidió embarazarse.
La chica se sometió a una serie de procedimientos de fertilidad, incluso el ICSI, en el que se inyectan espermatozoides de donantes directamente en un óvulo para crear un embrión fertilizado.
En el procedimiento laparoscópico llamado ZIFT, se colocaron embriones en las trompas de Falopio, pero dado que Mikey no tienen una abertura vaginal, se le implantaron tres embriones fertilizados en su trompa de Falopio a través de una cavidad abdominal.
“Me dijeron que solo había un 20% de probabilidad de que funcionara, pero funcionó”, reveló la joven emocionada, quien no puede esperar para tener al bebé en sus brazos.
