Vato Promueve Cura De Adicción Al Porno; Asegura Hay Epidemia

STAFF/@michangoonga

“Todo en el porno es mentira, el porno ha venido a dictar un guion en la sesión amatoria sin conexión ni emociones y los jóvenes piensan que es lo correcta“, asegura el peruano Gonzalo Salinas, quien en días pasados ha llamado la atención pública al sacar a la venta en Estados Unidos un manual con siete pasos para vencer la adicción al porno, al cual considera como una “epidemia silenciosa”.

Gonzalo además dice estar muy preocupado al aseverar que en 10 años la adicción a la pornografía será tema de salud mundial, y de la que él escapó sorteando un intento de suicidio.

En entrevista con la agencia Efe el expornografo refiere que la “epidemia peligrosísima” está “secuestrando la energía vital de toda una generación, en especial de hombres“, que es parte de los preceptos que promueve en su manual, titulado “Venciendo la adicción al porno” y autopublicado vía Amazon.

Su obra es el primer libro de una “trilogía para el hombre” enfocada en el desarrollo personal y el crecimiento del género masculino que Salinas se propone escribir, y quien ha radicado en Estados Unidos desde 2003, estudiante de Literatura en su país natal y quien jamás imaginó que su inicio en las letras impresas iba a girar sobre su victoria sobre la pornografía.

Advierte en su obra que “la energía masculina no se aprende, se transmite”, al referir que  estuvo más de dos décadas en las garras de la pornografía y logró liberarse gracias a un sistema de siete pasos que ideó y desgrana en el libro que presentará este sábado en la librería Books & Books de Coral Gables, en el sur de Florida.

La adicción de Salinas se remonta a su infancia, cuando cumplió once años y descubrió en la casa de su familia una revista Playboy.  A partir de ese hallazgo todo fue una montaña rusa en la que, ya en el nuevo siglo, el internet de alta velocidad, la imagen de alta definición y las plataformas de video dedicadas exclusivamente al porno ejercieron de disparadores de su adicción.

Sobre sus intentos suicidas, expone: “Me tocó confrontar a la muerte. Pasé dos semanas planeando mi suicidio por una depresión severa”, y afirma que él consumía pornografía todos los días sin ningún control, derivado de lo cual llegó a acariciar la idea del suicidio al cabo de 93 días sin lograr una erección delante de una mujer, uno de los 15 síntomas físicos y emocionales que, según ha identificado, produce la adición a la pornografía.

Por lo pronto en al menos 15 entidades de la Unión Americana el prono es considerado una amenaza para la salud pública, un dato que esgrime para defender que no se trata de una cuestión moral. A juicio de Gonzalo, la inminente irrupción de la realidad virtual certificará que “a nivel evolutivo el cerebro humano no está listo para el porno de hoy“.

Finalmente, el autor advierte que “en los próximos 10 o 15 años todos los ministerios de salud van a tener que hablar de este tema”.