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Los obispos y sacerdotes de Michoacán “no estamos amenazados por ningún grupo. Sí corremos el riesgo que corre cualquier ciudadano al transitar de un lugar a otro porque nuestra labor es viajar por comunidades alertando a la gente y también consolado a nuestros pueblos», refirió en conferencia de prensa el monseñor Javier Navarro, obispo de la diócesis de Zamora.
Ello bajo el contexto de la publicación de informes en los que se aseguraba que el obispo de Apatzingán, Miguel Patiño, había abandonado el estado por razones de seguridad, después de haber publicado una dura misiva en la que alertaba sobre la situación de violencia que se vive en Michoacán.
El obispo Navarro detalló que Patiño estuvo la pasada semana en un retiro espiritual y que el viernes se reunieron en Michoacán todos los obispos del estado para hablar sobre la situación, un tema que también será tratado en la XCVI Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano que comienza el próximo lunes.
Ante ello los obispos de Michoacán, junto con los de Guerrero, celebrarán un panel dentro de la asamblea en el que hablarán sobre cómo su «misión evangelizadora tiene que llevarse a cabo en un contexto de violencia».
El prelado zamorano apuntó: «Ni los sacerdotes ni los obispos estamos perseguidos de ninguna manera. Estamos realizando el trabajo evangelizador en un contexto quizás de más violencia que otros estados y monseñor Miguel (Patiño) tal vez está en al zona más conflictiva y candente».
Externó que en mayo ya los obispos le enviaron una carta al gobernador del estado, en la que denunciaban la situación dl violencia que se vive en el estado.
Monseñor Navarro también mostró su apoyo a Patiño y aseguró que el pueblo «se siente indefenso», ya que «hay autoridades de distintos niveles que por presión o por complicidad están involucrados con algún grupo de delincuencia organizada».
*Con info de Agencias