SOFTNEWS

Reflexiones desde mi silla de ruedas…¡Cuidado Con El Manejo De Conceptos Éticos Equivocados!

 

“Cuando el filósofo calla, la humanidad retrocede”

By: José Salomón García Moreno.

Salomón

Si yo dijera “le dio un infarto al corazón”, un médico conocedor del lenguaje médico, de inmediato me corregiría diciendo que debe decirse: un infarto al miocardio. Cada disciplina tiene su propio léxico, su propio lenguaje, por ejemplo cuando un ingeniero habla de la “fatiga” del material, no se refiere precisamente al cansancio momentáneo de una viga, sino a que la durabilidad del material ha llegado a su término y por lo tanto debe renovarse. En ese sentido quiero hacer una serie de correcciones, sin que para ello tenga la suficiente autoridad académica, pero sí me causa cierto escozor, cuando escucho casi a diario a algunos decir conceptos erróneos como: a) Doble moral. b) Pérdida de valores. c) Ética profesional. Nunca he leído a ningún filósofo que hable de la doble moral, porque sencillamente no existe, cada individuo elije su propio camino de convivir con el Otro, de manera que tendremos tantas morales como individuos haya, no necesariamente mi moral tiene que ver con tu moral, aunque, desde luego hay ciertas conductas que serían ideales para compartirlas socialmente, esa sería parte de la formación moral de los educandos.

Cuando alguien pretende adjetivar moralmente la conducta “presuntamente desviada” de un sujeto, lo hace desde su propio panóptico, no desde una disciplina que justamente indaga sobre cada una de las morales: la ética. De manera que si veo la actuación del Otro, desde mi propia concepción moral, entonces habrá doble moral, es decir la del Otro y la mía, pero eso no querrá decir, que hay una doble moral, sino dos diferentes concepciones de calificar un acto. No sé a quién se le ocurrió decir que hay una pérdida de valores, los valores no están perdidos, como decía Lao tze: “Los valores no son, sino que valen” Es decir, no tienen una existencia real y concreta, sino que los valores los podemos agregar a algún bien, que puede ser de nuestro agrado o desagrado.

Si tengo una aversión al color azul, no por eso no existe el azul. Simplemente cada quien elige el color de su predilección, y cada quien elige la serie de valores que le parezcan más adecuados para vivir socialmente. Un pandillero, digámoslo como ejemplo, también tiene sus propios valores ¡Parecería increíble! Pero así es, ese sujeto del lumpen jamás “echaría toda la sopa” contra alguno de sus jefes o compañeros, porque sabe que eso le puede costar muy caro.

Por esos “valores” un jefe del crimen confía en sus allegados. Claro que es cuestionable decir que son valores, lo son para ellos, para usted, por ejemplo, serían anti-valores; pero ello no es suficiente para señalar a ese sujeto como de doble moral, es su propia concepción de la moral, la que le permite actuar de esa manera, que puede ser adversa a nuestra concepción. Finalmente deseo abordar un concepto que cada vez que lo escucho, lo vomito estrepitosamente, muchos analistas, profesores, periodistas y políticos (que jamás han leido una página de un libro de prepa, sobre la ética) frecuentemente hablan sobre la ética profesional, ¡Ah caray! Pues donde quedó la ética preparatoriana, secundariana, primaria y del jardín de niños. No hay una ética profesional, la ética no se adjetiva a profesión alguna, la ética es simplemente una disciplina filosófica que pretende dar cuenta de las diversas morales que existen entre los individuos, las sociedades y los pueblos.

La disciplina que estudia cómo y cuál es el comportamiento social del hombre es la ética, así un agricultor que cultiva la tierra tiene su propia moral y sus propios conocimientos de cómo cultivar la tierra, eso no lo hace ni más ni menos profesional de la labranza de la tierra y, por lo tanto no lo podemos adjetivar como un agricultor profesionalmente ético ni lo contrario, un ingeniero que merma gastos en una construcción para su propia beneficio no es un profesional al que le falta ética, es un profesional moralmente indeseable, porque se corrompe moralmente al robar el material. En conclusión no hay ética profesional, pero si hay una moral para cada profesión, por ejemplo, es antimoral que un médico haga abortar a una mujer y ganarse un dinero, cuando ese médico estudió para salvar vidas. (Este asunto da para más, y lo enfrentaremos pronto, como bioética, es decir, como la ética de la biología.)

Espero sus comentarios por este medio o en alangar1@hotmail.com

Botón volver arriba