Maestros que marcan // By Camila Cienfuegos
Por Camila Cienfuegos (Eterna estudiante)
Hay maestros que me han marcado por sus enseñanzas. De todos he aprendido mucho, y no solo los he tenido en el aula, sino también he visto sus mensajes y consecuencias en los medios de comunicación.
Allá en mi pueblo, la maestra Margarita nos enseñaba al más viejo estilo del que se tenga memoria; con la mano izquierda sostenía el libro y con la mano derecha la regla de 50 centímetros que impactaba en el lomo de aquel incauto que titubeaba con alguna suma, resta, multiplicación o dato histórico. Eran entre dos o tres segundos los que la maestra Margarita daba de gracia para responder la pregunta.
En aquellos tiempos no había derechos humanos y mucho menos se hablaba de los derechos de los niños. “La letra con sangre entra” se oía decir a los maestros de esos tiempos.
Con esa vieja técnica la maestra “Mago” lograba hacer leer y escribir en los primeros seis meses del primero de primaria, cosa que los padres de familia agradecían, pues para algunos, sobre todo los varones, bastaba con cursar los tres primeros años (“en lo que se les quitaba lo bruto”) y luego eran incorporados a las faenas del campo, como el negocio familiar que es.
En mi pueblo Aguililla, la estadística era muy distinta a la que manejaban las autoridades, porque de un grupo de 50 apenas salía uno para estudiar a Morelia, por eso cuando salí del bachillerato para irme a continuar a la capital, me despedí de ella y fue la única vez que la vía llorar como niña.
– Maestra mago, yo quiero ser maestra como usted.
– No, no seas como yo –me respondió muy alterada-, tú sé una doctora, muy famosa para que cuando vengas a visitarnos todos te saluden con respeto.
A la maestra Mago no la volví a ver, ya era una mujer mayor cuando me despedí de ella. Desconozco la edad que tenía pero basta con decirles que también había sido maestra de mi madre, a la que instruyó los primeros y únicos tres años de la primaria que generalmente a las mujeres les correspondía.
La maestra Mago no es la única profesora que marcó mi vida, hay otros profesores que sin estar frente a grupo, me enseñaron muchas cosas, por ejemplo, Servando Gómez Martínez, alias el “Profe” o la Tuta, me enseñó los alcances que el crimen organizado puede tener para trabajar de manera paralela con el gobierno. La Tuta me enseñó que la delgada línea que separa el crimen del gobierno apenas es perceptible por el tipo de ropa que usan unos y otros.
Otro ejemplo es el de la profesora Elba Esther Gordillo. Ella me enseñó el enorme poder que aún se tiene en el SNTE; me enseñó que el corporativismo está lejos de extinguirse en nuestro país, pero también me enseñó que ni siquiera un personaje poderosísimo como ella está por encima del propio sistema que aún la tiene en prisión.
El profe Hank González no solo me enseñó que en este país se puede ser un “Padrino” político del más alto nivel. Él me enseñó que la mafia en el poder aún existe, que es posible amasar una majadera fortuna a costa del contribuyente mexicano y pasar impune hasta la muerte. El Profe Hank es todo un referente de la nueva camada de priístas que hoy detentan el poder ¿qué es EPN sin las enseñanzas de su padrino? La frase de que “un político pobre es un pobre político” es hoy el ideario del político de nueva generación que tiene como meta el hacerse millonario durante su paso por la administración pública.
Todos los profesores enseñan, ya lo que uno aprende es cosa de cada quien.
CONSULTA POPULAR
La nueva manera que utilizan los políticos para lavarse las manos es “mandar a consulta popular” lo que no pueden contener o no pueden remediar.
Así, tenemos al diputado de MC, Daniel Moncada proponiendo pasar por “consulta popular” la terca iniciativa del alcalde Alfonso Martínez para aplicar las fotomultas.
¿Cuándo fue la última vez que hubo una consulta popular en Michoacán?.
¡¡Excelente lunes para todoooooooooooooooos!!