Atlas También Hace El Ridículo En La Libertadores Y Pierde En Su Debut
STAFF/@michangoonga
Morelia no es el único equipo mexicano que hace el ridículo en la Libertadores, pues ahora toco turno al “hermano”, el Atlas, que ha sido derrotado esta noche de local por el colombiano Santa Fe con marcador de 0-1, y la afición rojinegra ha clamado la salida del DT Tomás Boy.
Santa Fe jugó con un solo delantero de arranque. La idea, al parecer, era tratar de manejar la pelota y evitar que lo atacaran. Pero el asunto no resultó tan sencillo para los ‘cardenales’, porque Atlas lo dominó de arranque, gracias a la gambeta y la habilidad del brasileño Keno y a la experiencia del veterano Juan Pablo Rodríguez.
Atlas metió cuatro sustos en el primer tiempo pero no concretó alguno A los 31, Juan Carlos Medina peinó un balón en un tiro de esquina y Millar remató mal. Y a los 28, un tiro libre a favor de Santa Fe casi se convierte en gol de Atlas: veloz contragolpe de Keno y nuevo remate desviado de Millar.
Para el segundo tiempo Santa Fe se mostró un poco más ofensivo y el juego se abrió del todo. Pegó primero Santa Fe, cuando Omar Pérez, a los dos minutos, casi marca un gol olímpico: su cobro se fue cerrando y se estrelló en el horizontal. Y luego, Atlas devolvió el golpe, a los 10, cuando Yulián Anchico salvó en la raya del área chica otro remate de Millar, cuando el portero Róbinson Zapata ya estaba vencido. Y en esa misma jugada hubo un contragolpe que los visitantes no resolvieron bien y que terminó con un remate cruzado de Morelo que se fue desviado.
El partido se volvió de ida y vuelta. El que se equivocara, perdía. Y el que resolvió fue Luis Carlos Arias, que, a los 32 minutos del segundo tiempo, remató una jugada de toque desde el fondo, tras una habilitación de Quiñones y un mal cierre del argenitno Wálter Kannemann.
Atlas no se pudo levantar del golpe. Terminó sin ninguna claridad. Al brasileño Keno se le acabó la gasolina y Boy terminó sacando a Millar, el que más cerca había estado de anotar. Los últimos 13 minutos fueron una feria de pelotazos sin destino y Atlas quedó expuesto a un segundo gol que, finalmente, no llegó.