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Un sexagenario falleció a causa de una terrible depresión, luego de que fuera asaltado y golpeado casi hasta la muerte por unos drogadictos.
El pasado 13 de septiembre, camino a su casa, se le atravesaron dos sujetos bajo los efectos de estupefaciente con la intención de asaltarlo, Victor Salas sacó la billetera y les dio el único billete que tenía a Hernán y Antonio Urrea, hermanos conocidos por sus fechorías en el lugar.
Los hermanos al ver lo poco conseguido de Victor Salas empezaron a lanzarle piedras, a golpearlo hasta que se cansaron para finalmente arrastrarlo con la cara al suelo y abandonarlo a su suerte.
Un vecino del lugar encontró a Victor y aviso a los familiares quienes lo llevaron al IMSS 73 de Saltillo donde los doctores dieron el diagnóstico nada favorable, pues perdió el ojo derecho y le desfiguraron el rostro.
El señor Salas fue trasladado a la ciudad de Monterrey donde le pusieron ligamentos en la mandíbula para sostenerla, estando en rehabilitación varias semanas hasta que lo dieron de alta para regresar a Saltillo.
Ante su lamentable situación, empezó a deprimirse y falleció el 14 de diciembre.
Su sobrino José Antonio Zamora indicó que «ya no quería comer, ya no quería vivir», «lo único que queremos es que se castigue a los culpables de que mi tío entrara en esa depresión, es la impotencia de que él no le hacía daño a nadie, ni sabía pelear».
Los familiares no pueden demandar, ya que después de la golpiza, denunciaron a los agresores por robo con violencia por lo que les dijeron que «no pueden cambiar la denuncia a homicidio porque ya prepararon el cuerpo, los doctores dijeron que murió por depresión».
Uno de los agresores se fue a Tamaulipas y el otro sigue escondido.
Con indo de Agencias.
