Mi niña…

Por Daniel Tlahtolli

Señor Dios, quiero que me haga un favor, darle el mensaje a nuestra nena, la nena de todos.
Para ti nena escribí esto:

Antes de la luz, en su silencio, se escudriñaba tu palabra, formaste tu sonido, palpaste fonema tras piel, maíz de carne amasaste, hermoso brazo de metate… Mis palabras te soñaron antes que mis sentidos. Entonces pariste tu corazón de hermosa piedra verde. Tu… Ella, monte, ella viento, ella aire, ella se hizo de entre el barro y en su rojo fuego cosió sus caderas, sus pechos, formo el vientre hermoso de piedras a lava hirviendo.

Volaste sobre tus mares, conociste en el rostro viento, que refrescó tus mejillas fértiles a mis besos, te nombraste creación; abriste puerta al sentido y pudiste oír, lluvia, trueno, tono, latido.

Soñaste el tacto y jugaron tus dedos el lodo, pintura embarraste entre tus palmas los colores de la vida, viviste el oscuro y claro grabado donde te volviste a crear…

Llanto y lágrima nos marcaron tus primeras formas de decir te quiero y en tu pequeñez se formó la palabra… no mami, no papi, y aquí estamos nena, semillita tierna, esperando poder llegar al día donde no encontremos nuevamente, en otros sueños…

no potzi mila lamana ya yocha
nichokatimi nimischa pampa tonestiske

¿Como pa cuando te regresarán ?
¿Como pa cuando harán valer tu partida mi niña que eres una de tantas?… Hoy lo niños indígenas y campesinos de México, de ese México que te negó el acceso a la salud y atención, dicen son el 60% nosotros decimos que mas, porque aún estando en la ciudad si no es por amiguismos difícilmente te atienden, como lo que paso con nosotros en Morelia. ¿Será que se acuerdan? Será la Sra. C.C. DDH aún lo tiene presente, por hacer escarmentar a los nuestros? Por hacerse sentir necesaria.

Es bien triste pa nosotros enterarnos que en esta lucha que han llevado nuestros hermanos mayores, por este reconocimiento como sujetos de derechos y plasmar nuestra condición social y reconocimiento cultural en convenios que el mismo estado ratifica, no los respete en la acción…

Pulmonía, maldita pulmonía, ¡¡ha de ser que tu partida nos despierte!!
Desnutrición, analfabetismo, baja estatura, falta de acceso a la salud, miedo, entre las muertes, partos, gripa, pulmonía, cáncer, picaduras de alacranes, mordeduras de serpientes. ¿Será que tu muerte, nena, nos despierten a ver una realidad tan fuerte, como el dolor de perderte en cada niño? ¿En cada nacimiento?

Por eso te escribo mi nena, para que a mí no se me olvide, no te nos olvides. No te nos salgas de la venas.

Y recordemos que en este país, aun sufrimos la pérdida de nuestros niños, el olvido por el estado, por el berrinche de unos pinches deseos personales….

Te escribo hoy que te recuerdo más, porque pa mi tenerte en mi pensamiento me hace sentir el día de la dignidad y tus demás tías también…
Te queremos nena.

Tu sonrisa siempre esta aquí. Y tu carita morena que en cada nena me dicen tío Chanel.
Hasta pronto… cuando nos toque…

*México cuenta con unos catorce millones de indígenas (cerca de un 12 % de la población), cuatro millones de ellos en zonas urbanas, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI).

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