Una pequeña lección

Por Mar Proud

A veces pienso que la vida es aún más difícil de lo que pensamos. Nos topamos con pruebas y obstáculos que en el momento por lo menos, parecen imposibles de superar. Pero es cierto que en muchas ocasiones, nuestros problemas no lo son realmente y menos, si los comparamos con los de otras personas.

Recientemente estaba yo azotándome por mis «problemas«, creo que se me notaba en el semblante que algo me atormentaba. Una tarde, dejé a los vikinguitos (mi par de hijos) en casa con su padre y yo tomé un merecido descanso y me dirigí a una cafetería a tomar un rico latte de vainilla.

Sentada ahí sola, le daba vuelta y vuelta a los nudos de mi cabeza, tratando de encontrar una solución. De pronto, una mujer joven, como de 25 años se acercó a mi mesa y me preguntó si me importaba compartirla con ella. ¡Claro que no!- contesté.

Comenzamos a platicar y a decir verdad, la mujer parecía bastante calmada, en paz y sin preocupaciones. Tenía una sonrisa muy agradable y natural. ¿Y tienes hijos? le pregunté. Y su respuesta me dejó sin palabras…

Sí, tengo una hija, contestó la mujer. Se llama Ava. Acaba de cumplir 3 años y hace algunos días ha sido diagnosticada con leucemia. Yo con la sangre helada y con el cuerpo completamente inmóvil, me quedé callada. No encontraba palabras para expresar ni mi sorpresa ni mi tristeza por su situación.

En cuanto logré salir de mi asombró le pregunté cómo lo llevaba a lo que me contestó, bien, Ava es una niña muy fuerte y yo sé que todo tiene una razón de ser. Esto nos tocó a nosotros y sé que lo pasaremos y en unos cuantos años lo veremos como una mala broma de la vida. Tenemos la fortuna de le detectaron el problema en una fase temprana. Todo estará bien.

Me sentí terrible. Y yo, preocupándome por mis problemas que no son más que una bola de tonterías junto a lo que pasaba la joven madre. Pero a la vez, me dip una nueva perspectiva de las cosas y me dio la lección que necesitaba en esos momentos, los problemas aún cuando se vean demasiado grandes, tienen solución.

Está en cada uno de nosotros el poder de hacerlos peores o verlos con una luz positiva. El volvernos locos y pensar que el mundo se caerá sobre nosotros no arregla nada, pero el intentar buscar soluciones y permanecer tranquilos y ver lo bueno que hay a nuestro alrededor sí que hará nuestras vidas mucho más fáciles y llevaderas.

twitter @marproud

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