Nuestra Pereza 2012
Por Tony Bradshaw
He llegado a pensar que en algún momento de mi vida me programé química y biológica, además de sicológicamente en contra de los clichés, la mayoría de las veces no entiendo por qué las personas aceptan tanto cosas como el romance y otros que son clichés por excelencia.
Aunque de cierto modo ya lo esperaba, este año me decepcioné al ver la primer imagen de las candidatas a Nuestra Belleza Michoacán 2012 que grita a todo pulmón ¡¡CLICHÉ!!, no me lo tomen a mal, pero es que la verdad cuando vi esta foto me puse a pensar que tal vez el problema de Michoacán en estos tiempos catastróficos no venga de afuera sino de adentro mismo.
Claro, como siempre existe ese freno en mí de comprobar mis hipótesis, así que fui directamente a la página oficial del certamen en el estado, www.nuestrabellezamichoacan.com, y ahí me encontré con este texto:
“ACERCA DE NOSOTROS
MISIÓN
Somos un organismo con el fin de producir, promover, difundir y colocar el certamen de Nuestra Belleza Michoacán, como uno de los mejores a nivel nacional, promoviendo la cultura, tradiciones, valores y atractivos turísticos, a través la belleza de la mujer Michoacana. Nuestra Coordinación Estatal, se encuentra respaldada por Nuestra Belleza México y nuestra Directora la Sra. Lupita Jones (la primera Miss Universo Mexicana). En los últimos 9 años, Nuestra Belleza Michoacán se ha colocado como uno de los eventos más importantes a nivel Estatal y Nacional por su particularidad en bellas mujeres, región y la calidad del evento…”
A ver, a ver (a mover la colita… Not), ¿no es una generalización muy limitada fotografiar a las chicas de vaqueritas con todo y tractor para promover la cultura, tradiciones, valores y atractivos en el estado?, para mi gusto lo es, y es que no entiendo como un concepto tan rebuscado (y rebuznado) como el campo podría representar a los michoacanos y nuestro estado, sobretodo en la manera en que aquí se nos presenta, cuadrado, tenso, aburrido.
No pretendo ser idealista en tiempos de crisis como para pensar en ropa de diseñador pero, observando los atavíos sólo corroboramos la misma idea, que además es tergiversada por la cultura anglosajona, botitas de cuero a la rodilla, blusitas tipo Britney enseñando el ombligo y jeans rasgados súper mexicanos (ajá).
En realidad uno no se espera mucho de los certámenes de belleza porque finalmente son de los más grandes gritos de superficialidad en el siglo XXI y la belleza física, aunque hay que cuidarla, tiene fecha de caducidad, pero, ¡óigame no!, desde mi punto de vista es una obligación social mantener la autenticidad y originalidad en eventos estatales y nacionales como este y otros que nos “representan” para beneficio y evolución de la cultura.
Sin afán de especular pareciera que este concurso ya está encarcelado por dirigentes, sindicatos, gobernantes o una de esas tantas trabas que tenemos a diario en la nación.
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