STAFF/Marina Alejandra Martínez
La bancada obradorista volvió a hacer valer su mayoría y aprobó la reforma a la Ley Orgánica de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) sin resistencia real.
La oposición, en lugar de oponerse, se fragmentó entre ausentes, complacientes y cómplices, dejando el camino libre a la aplanadora guinda.
La reforma fue avalada en la madrugada del sábado con 30 votos a favor y un solo voto en contra, emitido por el diputado Juan Carlos Barragán Vélez, de Morena, quien intentó frenarla sin éxito.
Ni siquiera la bancada del Partido del Trabajo (PT), que trató de hacer frente a la embestida guinda, contó con apoyo suficiente.
Su diputado Hugo Rangel presentó reservas a los artículos 1, 2, 13, 19, 20, 23, 33, 37, 43 y 44, defendiendo becas estudiantiles y el sistema de pensiones, pero sus propuestas fueron aplastadas.
La supuesta oposición, conformada por el PAN, el PRI y Movimiento Ciudadano (MC), simplemente se desvaneció.
La coordinadora del blanquiazul, Teresita Herrera, nuevamente evitó dar la cara, replicando su estrategia de ausentarse cada que le toca enfrentar al partido en el poder.
Su correligionario Jesús Antonio Salas Valencia no solo asistió, sino que votó a favor de todas las propuestas de Morena, en línea con su abierta simpatía por el gobernador Bedolla.
El priísta, Guillermo Valencia Reyes, conocido por sus constantes discursos contra el gobierno obradorista, se reafirmó como uno de los legisladores más faltistas de la 76 Legislatura.
En tribuna es su sede partidista, lanza críticas encendidas, pero en los momentos clave decide desaparecer.
Lo mismo sucede con el coordinador de la bancada naranja, Víctor Manríquez González, quien se limita a observar sin ofrecer resistencia.
Mientras tanto, en las calles, los sindicatos universitarios intentaron frenar la embestida legislativa.
Sin embargo, las movilizaciones del Sindicato Único de Empleados de la Universidad Michoacana (SUEUM) y el Sindicato de Profesores de la Universidad Michoacana (SPUM) no lograron mayor impacto.
Pese a sus intentos por irrumpir en el Palacio Legislativo, con acciones que incluyeron tratar de tirar la puerta principal, terminaron desistiendo y retirándose de la protesta en la madrugada.
Con una oposición debilitada o colaboracionista, la bancada guinda volvió a imponerse sin dificultad.
El resultado: una reforma aprobada sin resistencia y una legislatura donde, más que adversarios, el partido en el poder parece contar con aliados estratégicos disfrazados de oposición.