STAFF/ Eliza Flores @eliz_ffp
Es viernes de boda en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, comúnmente conocida como Iglesia de San Diego, ubicada en Morelia, los novios están felices de casarse, «estoy seguro» responde el novio cuando el sacerdote le pregunta si es su deseo contraer nupcias, «demasiado segura» contesta la novia.
Tanto el sacerdote como los novios se encuantran de frente a todos los asistentes para confirmar que es su deseo casarse, están sonriendo, se les ve felices, y este cuadro sería de lo más normal en otros tiempos, a este trío les hace falta su cubrebocas.
Los asistentes a la boda no respetan la sana distancia dentro de la iglesia, a pesar de tener suficiente espacio para que se sentaran a presenciar la misa, el sacerdote en ningún momento les pide sean conscientes de ello y tomen distancia.
Los hospitales se encuentran desbordados de enfermos, el personal médico cansado, las camas no son suficientes, las autoridades han pedido que no se celebren fiestas, los novios dijeron «si acepto» mientras hay otras personas llorando por la muerte de sus parejas.
El pasado 23 de enero Julio César Fajardo Aguilar, coordinador de la Pastoral de la Salud en la Arquidiócesis de Morelia dio a conocer que desde que inició la contingencia sanitaria por el COVID-19, ya son 10 sacerdotes los que han fallecido por el virus.
Detalló que además al momento se encuentran activos a coronavirus 21 sacerdotes, la mayoría sin registrarse de gravedad, por lo que ya llevan a cabo un tratamiento.
“Hasta el día de hoy casos activos y tratamientos 21 sacerdotes, la mayoría no son de gravedad, algunos asintomáticos, todos con tratamientos y hemos tenido decesos, 5 hasta la ultima vez que nos encontramos”, dijo el religioso.
