Crónica de lo que casi no alcanzo
Por Paul Alcántar
Nunca había estado en medio de una trifulca. Eran las seis de la tarde, mi acompañante y yo estábamos buscando donde estacionarnos para llegar a la presentación del libro “Matices” editado por el CONAPRED en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la FIL, aquella a la que cada año voy sin excepción. Las anfitrionas de excelencia. Marta Lamas, Guadalupe Morfín, Marcela Azuela y Yoloxóchitl Casas prometían realmente un encuentro excepcional con sus admiradores.
Aunque el evento estaba programado para las seis y media de la tarde, decidimos llegar cuarenta minutos antes para preveer el tráfico y así encontrar estacionamiento. La zona de la antigua colonia Chapalita se vuelve paralizante para los traseúntes por estas fechas.
Pero al llegar a la zona, a sólo dos cuadras de nuestro objetivo, observamos cómo varios jóvenes corrían hacia nuestro coche, algunos con pañuelos y paliacates en el rostro, huyendo de la policía que los seguían por las calles aledañas al conglomerado centro de negocios y de hoteles que rodean a la Expo Guadalajara.
Llegó un momento en el que estuvimos entre los jóvenes y policías montados en motocicletas que los perseguían con el apoyo de otras patrullas que rodeaban otras calles cercanas. Entre la confusión pude observar cómo subían a dos muchachas a una camioneta de la policía municipal de Guadalajara y a otros que no lograron zafarse. Las sirenas sonaban y había mucha confusión, mientras tanto nosotros no sabíamos qué hacer. A lo lejos vimos a un buen amigo, estudiante de ciencias políticas de mi universidad que estaba entre los chavos que corrían. Lo subimos al coche con discreción y nos alejamos a la primera oportunidad.
Tenía un golpe en la espalda por un macanazo. Estaba preocupado por lo que pasaba con otros de sus compañeros y no sabía si estaban entre los arrestados o golpeados. Según nos cuenta era un contingente de lo que queda del movimiento #YoSoy132 y otras agrupaciones que se concentraron en el centro de la ciudad y que tenía por objetivo manifestar consignas contra el nuevo gobierno de Enrique Peña Nieto.
Antes de llegar a la FIL fueron a las instalaciones de Televisa Guadalajara y del PRI Jalisco. Supuestos infiltrados, comenta, comenzaron a lanzar piedras y rompieron cristales de ambos edificios. La policía no hizo nada por arrestarlos y dejaron que el contingente llegara hasta donde ya los esperaban con equipos antimotines. Aquellos violentos comenzaron a tirar piedras nuevamente pero ahora contra los agentes policiales que también provocaban a los manifestantes.
Después vino la persecución, los golpes y los arrestos.
Más que en Guadalajara, ese mismo sábado pasaba la Ciudad de México por uno de sus momentos más delicados en el cambio de sexenio.
Tampoco es claro si la infiltración fue la causal plena de los disturbios en la recién remodelada Alameda Central pero lo que sí es una realidad es que el vandalismo desprestigia ahora a uno de los movimientos juveniles que más sorprendió en la pasada elección presidencial y que ante la incapacidad de los ya pocos liderazgos del #YoSoy132 para desmarcarse de ellos los convierte en un blanco fácil de la férrea defensa de las televisoras y medios impresos afines a este nuevo gobierno, logrando un rechazo social ante cualquier forma de manifestación pública.
Eso sí es indignante por lo que representa el PRI en la historia moderna del país, por muy convincente que se lea, vea o escuche sobre esta nueva administración federal. Y también la responsabilidad de quienes organizan estas marchas para denunciar a los infiltrados y tener la capacidad de reconocerse como compañeros.
Después de la experiencia del sábado pasado entramos sin problemas a la feria. Y llegamos con Lamas, Morfin, Azuela y Casas. A pesar de todo.
Chapulines
- El pacto nacional convocado por el presidente constitucional se llevó a cabo el domingo y la nota se la lleva el PRD. Firmó Jesús Zambrano sin López Obrador en el partido pero muy a pesar de su sombra. El tabasqueño sigue rondando por la izquierda.
Twitter: @paulalcantar
Facebook.com/ColumnaChangoonga
Changoonga.com no necesariamente adopta como suyos los choros, chorizos, morongas y chistorras publicados en ella y deja en sus respectivos padres (autores) la responsabilidad de todas las barrabasadas y debrayes que aquí plasman, producto de las ardillas hiperactivas que habitan en sus macetas. Si te gusta, ¡dale like y comparte!