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“Ahora que venga -a Morelia- el Papa Francisco debería enterarse, debería saber que aquí (en Michoacán) hay mucho sacerdote huevón y ojete, mucho cura borracho y mujeriego”, tales señalamientos fuertes y sin miramientos provienen de un sacerdote, el controversial párroco de Chucandiro, el popular ‘Pàdre Pistolas’, como se le conoce a Alfredo Gallegos Lara, cura con 38 años de ejercicio sacerdotal de 74 años de edad y quien ha sido suspendido dos veces de sus funciones por el cardenal Alberto Suárez Inda, con quien lleva una enemistad que dice él mismo, data de hace 20 años.
“Él no me quiere porque yo no me callo las cosas, porque yo denuncio, porque le digo las cosas como son y no le gusta al señor, porque yo hablo fuerte…!” repone el controvertido presbítero nacido en Jaral del Progreso, Guanajuato, conocido por su gusto de cantar música ranchera (hasta en Japón le han hecho reportajes), vestir a la usanza regional cuando celebra misa, a donde incluso porta pistola, de ahí su mote. Su fama, también se la ha ganado por ser un padre que gestiona y realiza obra pública por su cuenta, reconstruye las parroquias a donde lo han asignado (de las más jodidas, según sus propias palabras), y es parada obligada para muchos políticos que buscan su imágen para congraciarse con algunos sectores sociales de creyentes.
En entrevista con Changoonga.com el padre Gallegos señala que no acudirá a los eventos de Francisco programados este martes, porque se lo ha solicitado el propio cárdenal Suárez Inda: “Él me pidio que no asisitiera y tenemos un pacto con el señor, ni yo lo molesto ni él me molesta a mí, porque ya sabe que si se mete conmigo voy y le tomo Catedral. Él me pidió que no asistiera a lo del Papa y yo respeto esa parte, porque además luego le quitó reflectores, la prensa luego luego me busca antes que a él y eso tampoco le parece”, pronunció Gallegos Lara de manera clara y sin tapujos.
Sabe que sus dichos son fuertes, groserías y palabrotas incluidas tales como “cabrones, huevones, ojetes” como llama a varios de sus colegas, parte de las formas que siempre ha acostumbrado a declararle a los reporteros así. “Puedes poner lo que quieras en tu entrevista, al fin que ya me ha pasado de todo, ya no tengo miedo de nada”, repone enfáticamente tras contar de algunas amenazas y otras situaciones riesgosas que ha vivido precisamente por sus dichos y hechos.
Sin embargo, subraya que hay algo que sí quiere que se difunda desde su punto de vista, el incumplimiento de los lineamientos del Derecho Canónico de parte de la iglesia católica local:
“Se establece que la misión de nosotros, pero sobre todo de los obispos, es crear universidad católicas, hospitales católicos, casas asistenciales católicas, gratuítas, sin cobrar, sin buscar hacer negocios, y estos señores hacen todo lo contrario, cobran por todo, hasta por hacer misa cobran los cabrones! Todo es negocio para ellos..”
Dice que le gustaría que el Papa supiera de todas las anomalías que suceden al interior del clero mexicano, no obstante apunta que ello es imposible pues “está rodeado de la misma gente de Juan Pablo II que le ocultaron muchas cosas, de los ‘Priggione boys’ como lo son Norberto, Suárez Inda, Sandoval.. esos del ‘Club de Roma’ que también encubrieron a Marcial Maciel”, puntualizó el sacerdote.
«No sé si el Papa se vaya a enterar de todas estas cosas, pero por favor al menos pónganlo ahí, que la gente lo sepa», concreta.